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Manuel E. Yepe

La continuidad de la propagación del brote de coronavirus entre la población estadounidense puede llevar al fin de las aspiraciones de reelección de Trump y hasta al inicio de lo que pudiera significar algo así como el fin del capitalismo.

Y a algo que puede contribuir a la muy probable constatación de que el virus letal fue deliberadamente plantado en China por el ejército estadounidense, lo que constituye desde ya un baldón muy difícil de borrar en la sucia historia política de la gran nación norteamericana.

La prolongación en el tiempo del avance de la crisis provocada por el nuevo coronavirus COVID-19, en suelo estadounidense pondría el tablero muy difícil para los intereses electorales del presidente de EEUU, Donald Trump, quien esperaba ganar la elección presidencial del próximo 3 de noviembre.

Así opina la experta Shireen Tahmaseb Hunter en un artículo publicado el sábado último por la agencia de noticias iraní Mehr.

Los efectos del pánico que recorre a todos y cada uno de los mercados de valores del globo terráqueo por la rápida expansión de la enfermedad vírica a nivel mundial han hecho mella en los mercados bursátiles de EEUU que son el centro neurológico de todas estas operaciones bursátiles a nivel global y esto va a favorecer al futuro rival demócrata de Trump.

Shireen Tahmaseb Hunter, profesora y investigadora de la Universidad de Georgetown en Washington, D.C., sostiene que quien salga victorioso de las primarias del Partido Demócrata para enfrentarse al líder republicano tendría esta circunstancia a su favor siempre y cuando quienquiera de ellos que gane (entre el ex vicepresidente Joe Biden o el senador por el estado de Vermont Bernie Sanders), pueda manejar correctamente la situación de histeria colectiva que poco a poco se ha ido apoderando de la sociedad estadounidense por la crisis del coronavirus.

Partiendo de la certeza de que Trump nunca es partidario de impulsar políticas preventivas de naturaleza agresiva para evitar males mayores, puede asegurarse que no lo haría en esta ocasión para impedir una mayor propagación del virus mortal entre la población del país norteamericano. En la coyuntura actual, Trump calcularía que la puesta en marcha de estas medidas habrían de afectar el funcionamiento del sistema económico de EEUU y, por ende, a los bolsillos del accionariado de las grandes corporaciones estadounidenses.

Por mucho que el mandatario estadounidense se enorgullezca de que en la actual coyuntura es alto el crecimiento económico que disfruta una parte de sus conciudadanos, esto no garantiza su victoria electoral, considerando que es cuestión de tiempo que los efectos de sus desastrosas políticas en los diferentes ámbitos económicos, comerciales, tecnológicos y militares sean revelados al gran público del país norteamericano a medida que se aproxime la fecha electoral del primer martes del mes de noviembre, lo que a su vez repercutiría en los resultados comiciales.

Según advierte la analista, los dos candidatos demócratas que aspiran a la nominación en la Convención Nacional Demócrata de julio para convertirse en el contrincante de Trump para derrotarle, deben ser bien conscientes de que las consignas políticas que usen de cara a los delegados electorales de los estados que hasta hoy no se han pronunciado sobre quién de ellos prefieren que les represente en los comicios.

“El señor Trump no desea familiarizarse con la mayoría de los problemas, y mucho menos dominarlos”, así lo expresé hace cuatro años.

“Ningún candidato presidencial importante ha sido tan desdeñoso de conocimiento, tan indiferente a los hechos, tan despreocupado por su ignorancia”. Agregué esto:

Tomó hasta la segunda mitad del primer mandato de Trump, pero la crisis ha llegado en forma de una pandemia de coronavirus, y es difícil nombrar a un presidente que haya sido tan abrumado por una crisis como el coronavirus ha abrumado a Donald Trump.

Alguien escribió en la época en que Trump fue electo por vez primera para el desempeño de la primera magistratura en Estados Unidos que “La violenta combinación de ignorancia, inestabilidad emocional, demagogia, solipsismo y venganza del señor Trump no hará mas que resultar en una presidencia fallida; podría muy bien conducir a una catástrofe nacional. La perspectiva de Donald Trump como comandante en jefe debería provocar un escalofrío en la columna vertebral de cada estadounidense”.

Y así resultó ser para vergüenza de tantos ciudadanos de Estados Unidos orgullosos de los muchos aportes positivos que esa nación ha hecho al progreso de la Humanidad en muchos campos de las ciencias, las artes, las letras y hasta en la política, que nunca se podrán obviar al enjuiciar sus imperdonables faltas que tampoco deben ser olvidadas ni perdonadas jamás.

http://manuelyepe.wordpress.com/

*Este artículo se puede reproducir citando al periódico POR ESTO! como fuente

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