VARIAS CAPITALES, 8 de abril (AFP/REUTERS/EFE/ AP).- El mundo se enfrenta a una brutal recesión a causa del coronavirus, que ya ha empezado a golpear a países como Francia o Alemania, advirtieron este miércoles los expertos, mientras que los gobiernos se preguntan cómo superar el confinamiento, que afecta a medio planeta.
Europa, el epicentro de la crisis sanitaria mundial, superó los 60,000 muertos, en una jornada en la que el mundo añadió casi 100,000 nuevos enfermos a la siniestra cuenta del COVID-19.
Francia y Alemania avisaron que sus respectivas economías caerán, antes de que acabe el semestre, a sus peores niveles desde la II Guerra Mundial.
El mundo se enfrenta a “la que podría ser la recesión más profunda o el revés económico más grave de nuestra existencia”, alertó el director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Roberto Azevedo.
Son casi 200 millones de empleos los que se podrían perder a causa de la parálisis del confinamiento, según la Organización Internacional del Trabajo.
Conscientes del desafío, los líderes mundiales dudan sin embargo en aflojar las medidas coercitivas. Hay tímidos avances en la estabilización de la enfermedad en algunos países. Noruega, Dinamarca, Suiza han anunciado que entre finales de abril y mayo podrían levantarse algunas de las medidas de confinamiento.
Pero la incertidumbre continúa en la inmensa mayoría de países afectados, excepto en China, cuyas autoridades autorizaron las salidas de la ciudad de Wuhan, dónde empezó la pandemia y que perdió a más de 2,500 habitantes. Miles de personas se agolparon en las estaciones de tren de la urbe para salir de la ratonera.
Amenaza de pobreza
Quinientos millones de personas de todo el mundo podrían caer en la pobreza si no se adoptan planes de ayuda para los países más pobres ante la pandemia de coronavirus, afirma Oxfam.
En un informe titulado “El precio de la dignidad”, Oxfam señala que entre el 6% y el 8% de la población mundial podría caer en la pobreza a medida que los gobiernos paralizan la economía para controlar la propagación del coronavirus.
“Esto podría constituir a escala mundial un retroceso de 10 años en la lucha contra la pobreza, y un retroceso de 30 años en regiones como África subsahariana, Oriente Medio o el norte de África”, porque más de la mitad de la población mundial podría caer por debajo del umbral de pobreza como consecuencia de la pandemia, advierte la organización.
Oxfam hizo esta advertencia antes de las reuniones de abril del FMI y del Banco Mundial, así como de los ministros de Finanzas del G20. Todas ellas se celebrarán por videoconferencia.
Los países más pobres, sin sistemas de protección social, serán los más afectados, al igual que las poblaciones desfavorecidas, como las mujeres.
Mantener la presión
Es precisamente en los signos alentadores, a medida que el confinamiento de miles de millones de personas hace efecto, donde radica el peligro, advierten especialistas.
“Si se relaja la presión, hay un rebote de la epidemia porque se liberan a personas que hasta ahora estaban protegidas y que entrarán en contacto con el virus”, advirtió Arnaud Banos, del Centro francés de investigación científica.
El confinamiento “reduce el porcentaje de personas que se infectan” dice la epidemióloga Catherine Hill. Pero “la gente sigue infectándose”, ya que el virus aún circula.
“No es el momento de flexibilizar las medidas” de confinamiento, advirtió la sección Europa de la Organización Mundial de la Salud.
Gran Bretaña batió de nuevo el récord de defunciones, 938 en un día.
El brote continúa también haciendo estragos en Estados Unidos, que registró un récord mundial de cerca de 2,000 muertos en 24 horas, llevando el acumulado en su territorio a casi 13,000 decesos.
El presidente Donald Trump inició nuevas negociaciones con el Congreso para liberar otros 250,000 millones de dólares y tratar de salvar empleos en las pequeñas y medianas empresas.
Además del colapso sanitario, del desafío para las economías, el COVID-19 pone a prueba la solidaridad de gobiernos, la confianza en las instituciones.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió el miércoles a Washington y a Pekín a “unir fuerzas para combatir a este peligroso enemigo”, en alusión a la pandemia.
Llamado a “la unidad”
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo este miércoles que “no es el momento” de valorar la labor de la Organización Mundial de la Salud sobre el coronavirus, sino de buscar la “unidad”, tras acusaciones del presidente estadounidense, Donald Trump, contra ese organismo.
“Es posible que haya interpretaciones distintas de distintas entidades sobre los mismos hechos”, declaró Guterres, citado por su portavoz, Stéphane Dujarric. Cuando termine la pandemia, “habrá tiempo para revisar” las reacciones de los actores en esta crisis. “Pero no es el momento”, añadió.
Trump, cuya respuesta a la crisis ha sido ampliamente criticada, acusó el martes a la OMS de reaccionar lentamente.
Guterres dijo que la OMS “está en la primera línea, apoyando a los Estados miembros y a sus sociedades, especialmente a los más vulnerables de ellos, con orientación, capacitación, equipos y servicios concretos para salvar vidas”.