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Nuevo coronavirus no fue creado por el hombre ni modificado genéticamente

WASHINGTON, EE.UU., 30 de abril (AFP/EFE).- Los servicios de inteligencia de Estados Unidos anunciaron el jueves haber llegado a la conclusión de que el nuevo coronavirus que se propagó por el mundo se originó en China pero “no fue creado por el hombre o modificado genéticamente”.

Los servicios de inteligencia se suman así “al amplio consenso de la comunidad científica” respecto a que el nuevo coronavirus “no fue creado por humanos ni modificado genéticamente”, agregó el texto.

Esta declaración pública se produce después de que el presidente Donald Trump dijera que no descartaba reclamar una compensación a Pekín por la epidemia de coronavirus.

“Toda la comunidad de Inteligencia ha estado proporcionando de forma consistente un apoyo crucial a los políticos de EE.UU. y a aquellos que están respondiendo al virus del COVID-19, que se originó en China. La comunidad de Inteligencia también coincide con el amplio consenso científico de que el virus de la COVID-19 no es ni artificial ni genéticamente modificado”, dice la nota.

El anuncio de la Inteligencia Nacional coincide con la publicación de un artículo del diario The New York Times que asegura que funcionarios de alto rango de la Administración de Trump han presionado a la agencias de espionaje del país en busca de pruebas que apoyen la teoría de que el virus fue creado en un laboratorio en Wuhan.

Según el periódico, que cita a funcionarios y ex funcionarios estadounidenses, hay asistentes de Donald Trump y legisladores republicanos que pretenden culpar a China de la pandemia para desviar la responsabilidad de la gestión que el Gobierno ha hecho de la crisis en EE.UU., el país con el mayor número de casos -más de un millón- y con casi 63,000 fallecidos.

Según los medios estadounidenses, Trump pidió a los servicios de inteligencia que determinaran el origen del virus, atribuido a un mercado de Wuhan antes de que se desataran las sospechas sobre la fuga de seguridad en un laboratorio de esa ciudad.

La agencia federal de inteligencia agregó que “la comunidad de Inteligencia continuará examinando rigurosamente la información y los datos que emerjan para determinar si el brote (de coronavirus) comenzó a través del contacto con animales infectados o si fue resultado de un accidente en un laboratorio en Wuhan”, la ciudad china donde se originó la pandemia.

Pompeo maneja los hilos

De acuerdo al rotativo, el secretario de Estado, Mike Pompeo, está liderando estos esfuerzos del Ejecutivo, mientras que el viceasesor de Seguridad Nacional, Matthew Pottinger, ha estado presionando a los servicios de Inteligencia desde enero para que reúnan información que sustente la hipótesis del virus generado en un laboratorio.

El artículo también destaca el nombre de Anthony Ruggiero, director de la oficina del Consejo de Seguridad Nacional encargada del seguimiento de las armas de destrucción masiva, quien expresó en enero su frustración durante una videoconferencia sobre la incapacidad de la CIA de hallar el origen del brote.

Personas conocedoras de esa conversación, citadas por The New York Times, indicaron que los analistas de la CIA respondieron que no tenía pruebas para respaldar ninguna teoría con suficiente confianza.

Trump sigue apuntando

a China

A este respecto, Trump se refirió hoy en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca: “Acabamos de ser golpeados por este virus atroz que nunca debería haberse permitido que escapara de China, deberían (los chinos) haberlo detenido en origen, no lo hicieron”, dijo.

Su portavoz, Kayleigh McEnany, fue aún más lejos cuando fue preguntada por los reporteros sobre si el presidente piensa que Pekín está haciendo lo posible para que no sea reelegido en los comicios de noviembre próximo en EE.UU.

“¿Por qué China querría la reelección de un presidente que finalmente ha tenido el coraje de ponerse cara a cara (frente a ellos)? Él (Trump) simplemente está mencionando el hecho de que a China le gustaría ver a otra persona en este cargo”, dijo la portavoz.

EE.UU. busca

“castigar” a China

Según el Post, Trump y sus asistentes han analizado en privado la posibilidad de arrebatar al gigante asiático la “inmunidad soberana”, con el objetivo de que tanto el Gobierno de EE.UU. como las víctimas puedan demandar a China por los estragos ocasionados por el coronavirus.

Otra opción que se evalúa es que EE.UU. cancele parte de sus obligaciones de deuda con Pekín, aunque se desconoce si Trump respalda esta propuesta, y dos funcionarios económicos de la Casa Blanca la han descartado.

Según una reciente encuesta de Pew Research, 29% de los estadounidenses creen que el virus fue creado en un laboratorio, y de ellos 23% considera que fue intencional y 6% accidental.

Interpretado en forma contraria, el sondeo arrojó que el 71% de los consultados no creen que el virus fue creado en un laboratorio, y de ellos, el 77% consideró que no fue intencional, y el 94% que no fue accidental el supuesto escape del virus.

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