Tras permanecer cerradas durante casi dos meses para luchar contra la pandemia del Coronavirus, varias playas del litoral atlántico francés volvieron a acoger a bañistas este miércoles, en el tercer día de un desconfinamiento paulatino y cauteloso. La playa de La Baule, reputada como una de las más bellas de Europa, reabrió temprano para quienes deseen bañarse, pasear o realizar deporte en solitario. Lo mismo fue decidido para la playas de arena blanca de la localidad de Pornichet y la gran playa de Les Sables-d’Olonne, la localidad de donde sale la mítica vuelta al mundo en solitario, la Vendée Globe.
No obstante, toda presencia estática, sentada o tumbada, está prohibida, indicó la prefectura del departamento de Loira Atlántica en Twitter, así como las reuniones de más de diez personas, las prácticas festivas o el consumo de alcohol. Los alcaldes de estas ciudades costeras pedían desde hace días la reapertura de sus playas, una medida que estimaban necesaria para “mantener la atracción económica y turística”, tras semanas de parálisis económica.
Sin embargo, en Florida, Estados Unidos, miles de personas llenaron las playas el fin de semana pasado, reabiertas en Naples, rivalizando incluso con las multitudes del 4 de julio y provocando rápidamente una orden para cerrarlas una vez más. El concejal de Naples, Gary Price, presionó para el cierre luego de que un amigo le enviara un mensaje de texto con una foto de personas tomando el sol en la playa el sábado en medio de la crisis del Coronavirus. El administrador de la ciudad, Charles Chapman, emitió una orden de emergencia, cerrando las playas hasta nuevo aviso.
Según un plan anunciado a fines de abril por el gobernador floridano, Ron DeSantis, se permitió la reapertura de playas, restaurantes y negocios no esenciales en todas partes, excepto en los condados de Miami-Dade, Broward y Palm Beach, que constituyen el epicentro de los casos Covid-19 en el llamado “ Estado del Sol”, donde se reportan más de 40,500 casos de Coronavirus y cerca de 2,000 muertes.
(AFP/AP)