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Pocos niños resultan afectados por el coronavirus

En la Fase 3 de la pandemia de COVID-19, cuando se ha incrementado el número de contagios y de muertes, los padres de familia tienen que estar muy pendientes de los cuadros de temperatura, dificultad respiratoria y malestar general de sus hijos, afirmó ayer el Dr. Alfonso de Jesús Díaz Novelo, médico pediatra y neumatólogo egresado de la UADY-UNAM del Centro Médico La Raza y del Centro Médico 20 de Noviembre.

Manifestó que en la UMAE T-1 del IMSS, donde labora, no ha habido casos graves pediátricos, porque los niños generalmente son asintomáticos al COVID y en muy pocos casos presentan cuadros de tos, dolor de garganta y fiebre.

–Cuando hay este tipo de sintomatología es importante tener calma y no sacarlos a la calle; se debe llamar inmediatamente al pediatra, quien evaluará la gravedad y les dará recomendaciones específicas para cada caso. Si el niño o bebé presenta dificultad para respirar, deshidratación y pérdida del estado general, es cuando el padre de familia debe llevar al menor a la clínica u hospital para una evaluación exhaustiva, indicó.

Resaltó que los niños fallecen porque padecen otras enfermedades crónicas o tienen algún problema inmunológico, no precisamente por el COVID.

Un niño puede considerarse sospechoso de coronavirus si durante los primeros 7 días ha presentado al menos tos seca, fiebre de 39 grados o cefalea, acompañados de dificultad respiratoria, dolor en articulaciones, dolor muscular, de garganta, escurrimiento nasal, conjuntivitis, dolor de pecho, aunque es poco factible porque son asintomáticos, reiteró.

Recién nacidos

Por otra parte, expresó que la alimentación en los recién nacidos debe ser a libre demanda o con fórmula hasta los 6 meses, cuando comienzan a comer alimentos frescos.

Para evitar que los niños se enfermen es necesario darles una alimentación balanceada.

Si la madre es positiva asintomática, debe colocarse un cubrebocas N95, lavarse las manos frecuentemente y con mucho cuidado extraerse la leche con un tira leche, la cual puede aguantar en el refrigerador de 24 a 48 horas; una tercera persona, con todas las medidas de higiene, principalmente el uso de cubrebocas, puede alimentar al bebé.

“Lo ideal es separar a la madre del recién nacido del área en común, pero si no hay otra área hay que procurar una separación de dos metros entre uno y otro”, afirmó el entrevistado.

Otra opción es proporcionar fórmula especializada para recién nacidos para su alimentación adecuada.

Si la madre es asintomática o no es portadora del virus debe portar un cubrebocas, lavarse bien los senos y darle por vía directa leche materna.

Pasando la cuarentena

Remarcó que el COVID baja las defensas y promueve un estado pro inflamatorio y de cuagulopatía, lo que predispone a infecciones subsecuentes porque el sistema inmunológico queda débil.

Cuidados

Es importante no suspender la lactancia materna con las medidas de cuidados adecuados, suplementar vitaminas A, C y D, que promueven la regeneración celular, en tanto que la vitamina C es útil como profilaxis contra infecciones virales o síndromes gripales.

Si el bebé presenta estabilidad térmica y ningún dato para dificultad de respirar se pueden bañar y recibir los cuidados normales de un recién nacido.

Los padres de un recién nacido con tos o gripa, si no presenta fiebre o datos de deficiencias al respirar, no se deben de alarmar porque muchos virus o bacterias pueden ocasionar estos síntomas, concluyó.

(Melly Manzanero)

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