OTTAWA, Canadá, 1 de mayo (AFP/EFE).- El primer ministro canadiense Justin Trudeau anunció el viernes la prohibición inmediata de más de 1,500 modelos de fusiles de asalto de calibre militar, menos de dos semanas después del peor tiroteo de la historia del país, que dejó 22 muertos.
La matanza comenzó en la noche del 18 de abril en Nueva Escocia y derivó en una cacería de 13 horas para atrapar al tirador, que a la postre fue ultimado por la policía.
La policía dijo que el atacante, identificado como Gabriel Wortman, un dentista de 51 años, tenía varias armas en su poder y al menos una de ellas un tipo de fusil de asalto.
El incidente se inició en la noche del pasado sábado 18 de abril en la localidad de Portapique, a unos 1.250 kilómetros al noreste de Toronto.
Trudeau dijo que habrá una amnistía de dos años para aquellas personas que actualmente posean armas de asalto para protegerlos de responsabilidades legales, y que el parlamento eventualmente aprobará una ley para compensarlos por la entrega de sus armas.
Pero a partir de ahora, dijo, “no está permitido comprar, vender, transportar, importar o utilizar armas de asalto de tipo militar en este país”.
Inicialmente, la Policía señaló que Wortman había sido capturado por los agentes, pero posteriormente se supo que el supuesto autor de los disparos fue abatido en la localidad de Enfield, a unos 100 kilómetros al sur de Portapique.
Medios de comunicación locales señalaron que Wortman se desplazó en un vehículo similar a los empleados por la Policía Montada e incluso vestía un uniforme parecido a los de la fuerza policial.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, lamentó el suceso en ese momento en un comunicado lo ocurrido.
“Me entristecen las noticias de este acto de violencia sin sentido en Nueva Escocia que le ha costado la vida a varias personas, incluida una agente de la Policía Montada de Canadá”, señaló Trudeau en su mensaje.