Pedro Martínez Pírez
La celebración en Cuba del Día de Africa, trajo a mi memoria una intensa cobertura periodística, en la cual tuve el honor de participar. Fue nada menos que la primera visita del Comandante Fidel Castro a Africa, hace ya cuarenta y ocho años.
Con el fotógrafo Rogelio Moré, quien me acompañó durante toda la extensa gira de Fidel, pudimos ser testigos del cálido encuentro en Conakry, entre el líder histórico de la Revolución Cubana y el presidente de Guinea, Ahmed Sekou Touré.
Fue el 3 de mayo de 1972, en el inicio de un amplio recorrido de Fidel que culminaría más de dos meses después en Moscú, la capital de la ex Unión Soviética, luego de realizar visitas a Argelia, Bulgaria, Rumanía, Hungría, Polonía, Alemania Democrática, Checoslovaquia y la URSS.
Entonces laboraba yo en la Agencia Prensa Latina, y su director, Manuel Yepe Menéndez, organizó meticulosamente la cobertura de la gira de Fidel.
Yo había conocido a Yepe en el Ministerio de Relaciones Exteriores donde él fue el primer Director de Protocolo de la Cancillería cubana, dirigida con mucha brillantez y dignidad por el doctor Raúl Roa García. Como funcionario de la Cancillería cubana cumplí dos misiones diplomáticas en América Latina, Ecuador y Chile, en los primeros años de la década de los sesenta.
Me correspondía a mí, como periodista, la cobertura de las visitas de Fidel a Guinea, Bulgaria, Hungria, Alemania Democrática y la Unión Soviética. Siempre acompañado por el notable fotógrafo, Rogelio Moré, ya fallecido, y un teletipista, pues en aquellos tiempos no disponíamos de las tecnologías que llegarían años después.
Para garantizar la información de la llegada de Fidel a Guinea hicimos varias gestiones previas en Conakry, y descubrimos que podíamos hacer llegar los despachos de Prensa Latina por la vía de Bamako-París-La Habana.
Una pieza clave en aquel ajedrez de las comunicaciones fue el corresponsal de Prensa Latina en Francia, el brasileño Haroldo Wal, quien sirvió de puente con la oficina central de Prensa Latina en La Habana para hacer llegar el primer despacho –un flash— con la noticia de la llegada de Fidel al aeropuerto de Conakry, lo cual mereció una llamada telefónica de felicitación de la inolvidable Celia Sánchez Manduley, ayudante del Comandante.
En la delegación que presidía Fidel figuraban dos comandantes que siempre admiré, Juan Almeida y Manuel Piñeiro. Y entre los periodístas el muy destacado cineasta Santiago Alvarez, y los fotógrafos Jorge Oller y Rogelio Moré, con quienes compartí muchas de las vicisitudes que enfrentamos en esa importante cobertura.
Fue una visita muy intensa. La delegación cubana que presidía Fidel fue objeto de un masivo recibimiento en el Estadio “28 de Septiembre”, visitó las regiones de Kankan, Kissidougou, Faranah, Labé y Kindia, así como el Instituto Politécnico “Gamal Abdel Nasser” de Conakry. Participó en la inauguración de la escuela formadora de cuadros para la juventud “Kwame Nkrumah” y asistió a varias presentaciones artísticas en el Palacio del Pueblo, donde pudimos disfrutar en más de una ocasión de las brillantes presentaciones del famoso Ballet Nacional de Guinea y recrearnos con las hermosas canciones de la sudafricana Miriam Makeba.