La comunicación puede ser tan importante como la
aplicación de la Ciencia en el combate al COVID-19
Por Marina Menéndez
Fotos: Lizbeth Goenaga
(Especial para Por Esto!)
LA HABANA, Cuba.- Que un grupo teatral se inspirase en el doctor Durán para diseñar un títere que en lo adelante enseñará a los niños todo lo relacionado con la higiene, habla del impacto que ha tenido en la población el médico que ofrece “el parte” diario acerca del COVID-19 en Cuba.
Si a ello agregamos que ya se alista una campaña popular y espontánea para homenajearlo por su cumpleaños en junio, será más cabal la idea de hasta qué punto se le aprecia.
Pero narrar aquí “la pegada” que ha tenido el doctor Francisco Durán, jefe nacional de Epidemiología, entre la teleaudiencia cubana, no pretende destacar el carisma de un profesional convertido de la noche a la mañana en “personaje” mediático, ni los afectos que despierta.
Lo importante es la credibilidad de un especialista encargado no sólo de informar la marcha de la enfermedad en la isla sino, además, de impartir conocimientos acerca de ella, y recalcar las medidas de seguridad que cada día adopta o puntualiza el Consejo de Ministros, en la consabida reunión diaria que encabeza el Presidente.
El estallido de popularidad del Dr. Durán es, también, garantía de que los televidentes —que en Cuba no son pocos— poseen una información veraz que proviene de fuentes seguras y que, por demás, tiene como su conducto a una personalidad totalmente creíble.
El asunto no es combustible de escaso octanaje en medio de una situación mundial cuyo control no depende sólo de las inversiones que hayan realizado los Estados en materia de salud, de los avances científicos, y de la posibilidad de acceso a ellos de toda la población.
Vencer el COVID-19 también depende del conocimiento y la participación misma de esa ciudadanía para evitar que se siga propagando el SarKov-2. Si las normas sanitarias emitidas por las autoridades en los distintos países no se cumplen, será difícil derrotar la pandemia que, por cierto, ya muchos expertos aseguran que mientras no aparezca una vacuna contra ella, convivirá con nosotros como endemia.
En Cuba se han sumado al esfuerzo por hacer valer esas normas, los medios de comunicación; los artistas, ya sea desde la dramaturgia o la música; los deportistas, sugiriendo ejercicios físicos para mantenernos activados en casa; los sicólogos, que abrieron consultas online y a quienes se les ha hecho espacios en los medios radiales y televisivos para ayudar a quienes, en el encierro, han sido ganados por la ansiedad o la depresión…
Ahora mismo, los números halagüeños de jornadas anteriores parecen haber sacado a las calles capitalinas a una cantidad de personas que desoyen los llamados a mantener el aislamiento, luego de semanas en que fueron menos los contagiados y más notorio el cumplimiento de la cuarentena. Esperemos que la euforia no haya dado un golpe a la percepción de riesgo…
En ese entorno, no debe soslayarse que junto a la posibilidad de excesiva confianza marchan de modo paralelo, los rumores e informaciones falsas cuyo consumo sin medida da lugar a otra epidemia, muy peligrosa para combatir la que nos ocupa. Los especialistas la han reconocido ya como infodemia.
Un público más demandante
Por todos es sabido que las redes están saturadas de información de todo tipo, y muchas veces resulta imposible verificar su fuente; sin embargo, están abiertas al acceso de todos, comenta la licenciada en Biología Tania Izquierdo Pamias, en diálogo con Por Esto!
Jefa y editora principal de contenidos de la página web dedicada a infecciones por coronavirus y ahora específicamente a la COVID-19 en el prestigioso portal digital Infomed, del Ministerio de Salud Pública, Tania coincide con las reporteras acerca del riesgo en que pueden quedar los resultados obtenidos de la investigación científica, frente a las noticias falsas.
“Esas ‘informaciones’ resultan atractivas para el público por la forma en que se presentan, y hasta se convierten en veraces para personas que no tienen muchos conocimientos”, acota.
En Cuba, el asunto es de gran atención por las autoridades. A raíz de la irrupción aquí del COVID-19 se orientó, como parte de la estrategia nacional de enfrentamiento, la creación de aplicaciones que permitieran el acceso del público a los contenidos científicos sobre el COVID-19, a través del móvil.
Por esa vía preferentemente, explica, el público cubano accede a la información que genera el sistema nacional de salud al respecto.
La coyuntura actual no los tomó desprevenidos. El sitio web de Infecciones por Coronavirus inicialmente estuvo dedicado al Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) que surgió en 2003 en China, y nació con el fin de que los especialistas cubanos contaran con información generada durante esa epidemia, para que los preparara en caso de que entrara en Cuba.
No ocurrió y en 2004 se declaró terminado el SARS, pero se decidió dejar el sitio como base informativa necesaria para otra situación similar en el futuro.
Otra epidemia por coronavirus en 2012, el Síndrome Respiratorio del Oriente Medio, provocó la decisión estratégica de dedicar definitivamente el espacio a ese tipo de infecciones respiratorias.
“El tiempo nos ha dado la razón. Al llegar el COVID-19 el espacio estaba preparado para recoger la información científica de todo el mundo y ponerla a disposición de los especialistas cubanos”.
Sin embargo, allí accede también, y mucho, la población, que lo hace prácticamente desde que la página estuvo disponible tanto en la web como mediante la aplicación por móvil, que una semana después de creada, tenía ya mil comentarios.
Atendiendo a ese interés, la página puso a disposición de los usuarios los teléfonos y correos electrónicos de personal especializado del Ministerio de Salud Pública, que éste puso a disposición de los usuarios para aclarar sus dudas y preocupaciones.
Considera Tania, como muchos, que la vida no volverá a seguir igual cuando hayamos vencido a este coronavirus.
“Van a cambiar muchas cosas en nuestro país; las autoridades y especialistas lo han estado diciendo. Esta epidemia ha llegado para cambiar mucho del estilo de vida de los cubanos y estoy segura de que una de ellas será el acceso a la información”.
Estima que el país cuenta para ello con excelentes experiencias de los medios de prensa nacionales, los cuales poseen espacios especializados que podrían aprovecharse más.
Nosotros también tenemos experiencia y las bases creadas, dice con respecto a su portal. No obstante, sabe que no es fácil ganar lectores. Llegar al público en general será un desafío, reconoce.