LONDRES, 3 de mayo (AFP).- Antes de presentar esta semana su plan de desconfinamiento para Reino Unido, Boris Johnson se declaró el domingo determinado a combatir el nuevo coronavirus tras haber padecido él mismo la enfermedad, un momento “muy duro” en el que sus médicos contemplaron incluso la posibilidad de la muerte del primer ministro británico.
“Fue un momento difícil, no lo voy a negar”, explicó. Los médicos “tenían una estrategia para lidiar con un escenario del tipo +muerte de Stalin+”.
“No estaba en un estado particularmente brillante y sabía que había planes de contingencia en marcha. Los médicos tenían todo tipo de preparativos sobre qué hacer si las cosas salían mal”, agregó.
Johnson admite que se instaló en la “denegación” sobre la gravedad de su estado. “Echando la vista atrás, [los médicos] tenían razón al obligarme” a ir al hospital, reconoció. Y se dio cuenta de la situación cuando los médicos consideraron intubarlo y colocarle un respirador artificial.
Contó que nunca pensó que fuese a morir pero se sintió frustrado porque no mejoraba. Johnson califica, emocionado, su curación de “algo extraordinario.
¿Viajeros en cuarentena?
El primer ministro tiene previsto anunciar esta semana una “hoja de ruta” para aligerar las restricciones en vigor desde el 23 de marzo, y prolongadas hasta el 7 de mayo. La población solo puede ahora salir para hacer compras, ir al médico o hacer ejercicio una vez por día.
Pero las autoridades temen que una flexibilización del confinamiento acarree un rebrote de la enfermedad. Una de las pistas estudiadas es colocar en cuarentena a los viajeros procedentes del extranjero. “Es importante que garanticemos que los sacrificios que hemos pedido a los británicos, como la distancia social, sean realizados también por quienes llegan a este país” dijo el ministro de Transportes, Grant Shapps.
Ante el futuro desconfinamiento, el gobierno ha previsto contratar a 18,000 personas hasta mediados de mayo para consolidar su estrategia de efectuar tests y seguimientos de personas infectadas, mediante una aplicación de contactos desarrollada por los servicios de salud británicos.