LA HABANA, Cuba, 5 de mayo (Reuters).- Alrededor de 40 ingenios azucareros en Cuba permanecen abiertos pese al deteriorado clima y un bloqueo parcial del país en un esfuerzo por inyectar divisas a la deteriorada economía local.
La pandemia de coronavirus ha cerrado las puertas al turismo, una fuente clave de divisas para el Gobierno, y se han visto recortadas las remesas, así como el aumento de los precios de los envíos para un país dependiente de las importaciones en medio de las intensas sanciones bajo la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Sin embargo, la actividad económica continúa en la isla, desde la agricultura y la construcción hasta la minería, enfocándose en la producción de alimentos y en exportaciones de azúcar y níquel.
Cuando comenzó la cosecha en noviembre, Cuba pronosticó una producción de 1,5 millones de toneladas métricas de azúcar sin refinar para mayo, 800,000 toneladas destinadas a la exportación, a pesar de la escasez de combustible y otros suministros.
Hasta la fecha, solo dos de las 13 provincias productoras de azúcar han cumplido sus planes. Reuters estima una producción total de entre 1,1 a 1,2 millones de toneladas métricas, según informes de medios provinciales y fuentes con conocimiento de la cosecha.
“Los ingenios permanecerán abiertos mientras las condiciones lo permitan”, dijo a la prensa local el 1 de mayo Dionis Pérez, portavoz de Azcuba, el monopolio estatal azucarero en la isla.
La paralización del transporte público, el cierre de las escuelas y la mayoría de las actividades minoristas, así como el distanciamiento social y el uso obligatorio de mascarillas, incluso en centros de trabajo, son parte de un grupo de medidas lanzadas por el Gobierno para evitar el contagio por el virus. Cuba ha reportado 1,685 casos diagnosticados con el Covid-19, con 69 fallecidos. No se han reportado brotes en las instalaciones de producción.
El azúcar ha sido durante mucho tiempo la industria más importante de Cuba, con una producción que llegó a alcanzar los ocho millones de toneladas métricas en 1991. Ahora está detrás de sectores como el turismo, las remesas, las comunicaciones y los productos farmacéuticos, pero aún genera millones de divisas.