VARIAS CAPITALES, 7 de mayo (Reuters/EFE/AP/REUTERS).- Las muertes en Estados Unidos por el nuevo coronavirus superaron el jueves las 75,400, según datos compilados por investigadores de la Universidad Johns Hopkins.
Las muertes en Estados Unidos, el epicentro de la pandemia mundial, han promediado 2,000 por día desde mediados de abril, a pesar de los esfuerzos para frenar el brote.
El número de muertes es mayor que el de la gripe estacional de 1967 y los fallecimientos en los primeros 10 años de la epidemia de SIDA, de 1981 a 1991.
Los contagios en Estados Unidos superan 1,25 millones, ya que las nuevas infecciones siguen aumentando en muchos estados, entre ellos Illinois, Maryland, Minnesota, Tennessee, Texas, Virginia y Wisconsin, según un recuento de Reuters y un análisis de los datos históricos del Proyecto de Seguimiento de COVID.
Nueva York (con 26,130 fallecidos) y Nueva Jersey (con 8,801), los dos estados con mayor número de casos, han estado experimentando descensos de positivos en las últimas semanas.
Algunos expertos en salud predicen un resurgimiento de las muertes a finales de este verano boreal, en la medida en que estados levantan los confinamientos y los estadounidenses comienzan a volver a los restaurantes y los gimnasios.
Un modelo de investigación de la Universidad de Washington, citado con frecuencia por funcionarios de la Casa Blanca, casi duplicó su número proyectado de muertes en Estados Unidos a más de 134,000 para el 4 de agosto.
Otro pronóstico interno del gobierno Trump predijo un alza de las muertes a 3,000 por día para finales de mayo.
Los estados están ansiosos por reabrir debido a las crecientes tasas de desempleo. Alrededor de 33,5 millones de personas han presentado solicitudes de beneficios de desempleo desde el 21 de marzo, aproximadamente el 22,1% de la población en edad de trabajar.
Un documento de 17 páginas preparado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) fue archivado para evitar dar una orientación “demasiado prescriptiva” para levantar los confinamientos, dijo un miembro del grupo de trabajo del coronavirus en la Casa Blanca.
Más de 300,000 en América Latina y el Caribe
América Latina y el Caribe superaron este jueves los 300,000 casos del nuevo coronavirus, que ha causado la muerte de 16,293 personas en la región, según un balance de la AFP elaborado con datos oficiales.
En total, la región sumaba 301,411 contagios el jueves a las 15:00 GMT, con Brasil como el país más golpeado, lejos del resto. En total, suma 125,218 infectados y 8,536 muertos.
El segundo con más casos es Perú, que registra 54,817 contagios y 1,533 fallecidos.
En tanto, los decesos trepan en Ecuador a 1,618, entre 29,420 infectados, según registros oficiales.
Chile registró ayer el mayor aumento de contagios en un día con 1,533 nuevos casos.
La situación en Brasil, el gigante latinoamericano y epicentro de la pandemia en esa zona del mundo, genera preocupación entre sus vecinos. El país de 210 millones de habitantes comparte frontera con 10 Estados: Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam, Francia -a través de la Guayana Francesa-, Perú, Bolivia, Argentina, Paraguay y Uruguay.
Además de las cifras alarmantes, también han generado inquietud y críticas las declaraciones del presidente Jair Bolsonaro.
El mandatario ultraderechista no pierde oportunidad de restar importancia a la pandemia y ha instado a la población a desoír las medidas de confinamiento y distanciamiento social ordenadas por los gobiernos estaduales.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) pidió a los países de la región que sean “cautelosos” a la hora de aligerar las medidas de confinamiento, y advirtió que la transmisión “es aún muy alta” en Brasil, Ecuador, Perú, Chile y México.
Se espera de que el pico de la pandemia se alcance en los próximos días en distintos puntos del continente.
Para ampliar fondos
Naciones Unidas hizo este jueves un nuevo llamamiento con el fin de recaudar 4,700 millones de dólares en fondos adicionales que se destinarán a “proteger millones de vidas y detener la propagación del coronavirus en los países frágiles”.
El dinero solicitado se suma a los 2,000 millones de dólares que la ONU pidió al lanzar su plan global de respuesta humanitaria el 25 de marzo. Hasta ahora recibió aproximadamente la mitad de ese dinero.
“Me gustaría ver a algunas de las personas más ricas del mundo, que ganan dinero en estos momentos, dar un paso adelante y ser generosos”, dijo David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, en una videoconferencia.
Beasley instó a las personas y empresas más ricas del mundo a “dar un gran paso adelante” ya que “si lo hacen, todos nos beneficiaremos ... si no lo hacen , todos tienen que pagar un precio”.
Se espera que los 6,700 millones de dólares cubran los costos del plan de respuesta humanitaria hasta diciembre, dando prioridad a unos 20 países, incluidos varios en conflicto como Afganistán y Siria.
La nueva solicitud de donaciones se produce en momentos que se agrega nueve países más a la lista: Benin, Djibouti, Liberia, Mozambique, Pakistán, Filipinas, Sierra Leona, Togo y Zimbabue.
Los fondos se utilizarán para comprar equipos médicos para evaluar y tratar a los enfermos, proporcionar sitios de lavado de manos, lanzar campañas de información y establecer puentes aéreos humanitarios a África, Asia y América Latina, según la ONU.
Otro objetivo es desarrollar nuevos programas para combatir con más eficacia la inseguridad alimentaria que está creciendo a causa de la crisis económica provocada por la pandemia.
Según estimaciones de la ONU, se espera que los contagios por COVID-19 aumenten en los países más pobres del mundo en los próximos tres a seis meses.