En respuesta al tono marcial de Trump
WASHINGTON, EE.UU., 2 de junio (AFP/EFE/AP/REUTERS).- Las protestas por la muerte del ciudadano negro George Floyd a manos de la policía se intensificaron el martes en Estados Unidos ante la indignación que generó la orden del presidente Donald Trump de reprimir una manifestación pacífica y su amenaza de movilizar al ejército.
A cinco meses de las elecciones presidenciales, Trump atizó la crispación tras amenazar el lunes con movilizar al ejército para imponer el orden en las mayores protestas en décadas, desatando críticas de la oposición demócrata que lo acusa de “echar gasolina al fuego”.
Las protestas pacíficas por la muerte por asfixia hace más de una semana de Floyd en Minneapolis cuando era inmovilizado por un policía blanco derivaron en incidentes violentos durante la noche, pese al toque de queda que rige en muchas ciudades.
Mayor despliegue
Trump reiteró este martes su amenaza de desplegar al ejército y afirmó que en Washington “no hubo problemas” con la represión de la noche del lunes, alabando el rol de la policía, que desalojó con gases lacrimógenos a los manifestantes apostados fuera de la iglesia de Saint John.
Los uniformados detuvieron a 300 personas, la mayoría por saltarse el toque de queda, aunque también hubo arrestos por robos y saqueos, informó el jefe de la policía local, Peter Newsham.
La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, criticó el despliegue de los militares “en las calles contra los estadounidenses”, en sintonía con varios gobernadores demócratas.
Pero el fiscal general, Bill Barr, replicó advirtiendo que esta noche habría un despliegue “mayor”.
Las autoridades de grandes ciudades como Washington y Los Ángeles volvieron a decretar toque de queda para este martes, mientras que en Nueva York la restricción estará en vigor hasta el 7 de junio, tras el saqueo de que grandes tiendas de la Quinta Avenida.
Pese a los incidentes y a las críticas del gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, que dijo que la policía y la municipalidad “no hicieron su trabajo”, el alcalde de la ciudad, Bill De Blasio, se negó a desplegar a la Guardia Nacional al estimar que la policía puede hacer frente a la situación.
“Racismo sistémico”
La pandemia del coronavirus cristalizó muchas de las desigualdades que sufre la comunidad negra en Estados Unidos, desde una mayor probabilidad de morir por coronavirus, a tasas de desempleo dos veces más altas que las de los blancos.
La respuesta de Trump a los mayores disturbios en décadas fue criticada por Joe Biden, virtual candidato presidencial demócrata en las elecciones de noviembre.
En un discurso este martes en Filadelfia, Biden dijo que las protestas son una “llamada de alerta” y prometió que si es elegido va a luchar contra el “racismo sistémico”.
Indicó además que la forma en la que Trump ordenó desalojar a manifestantes pacíficos apostados cerca de la Casa Blanca le hace pensar que “el presidente está más preocupado por el poder que por los principios”.
Biden buscó transmitir la prestancia adquirida tras haber sido ocho años el vicepresidente de Barack Obama, con una puesta en escena con varias banderas estadounidenses de fondo.
Pentágono se distancia
El Pentágono buscó el martes distanciarse del presidente Donald Trump ante acusaciones que señalan que el mandatario lo usa con fines políticos, y después de controvertidas declaraciones del secretario de Defensa, Mark Esper, y el despliegue de militares alrededor de la Casa Blanca.
En un país donde se venera a los militares, el jefe del Pentágono, Mark Esper, ha expresado su preocupación al declarar el lunes que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley deben “dominar el campo de batalla” para reponer el orden, en medio de un estallido de protestas contra la brutalidad policial, el racismo y la desigualdad social exacerbados por la crisis de COVID-19.
Esper y el jefe del Estado Mayor estadounidense, el general Mark Milley, acompañaron a Trump cuando éste caminó el lunes por la noche hasta la iglesia de Saint John, un edificio emblemático cercano a la Casa Blanca, que había sufrido daños el día anterior al margen de una manifestación.