Síguenos

Última hora

Por irregularidades, expulsan a 26 empresas de Jóvenes Construyendo el Futuro en Campeche

Internacional

La cuestión racial, factor central en elecciones

WASHINGTON, EE.UU., 4 de junio (AFP).- Un legislador estadounidense acusado de opiniones racistas perdió una primaria, mientras que la ciudad de Ferguson, sacudida en 2014 por disturbios tras la muerte de un joven estadounidense, designó a su primera alcaldesa negra en elecciones organizadas en plena ola de movilizaciones contra la violencia policial.

Ferozmente antiinmigrante, el republicano Steve King, de 71 años, ha representado a Iowa desde 2003 en el Congreso de Estados Unidos y esperaba postularse para un nuevo mandato en noviembre.

Pero fue derrotado el martes en las primarias republicanas por Randy Feenstra, un dirigente local de este estado rural del Medio Oeste. El presidente Donald Trump felicitó a este último el miércoles por su “gran victoria”.

Durante mucho tiempo criticado por sus declaraciones consideradas racistas, King había sido sancionado por su partido en 2019 por haber defendido abiertamente el supremacismo blanco.

“Un racista menos. Otros por venir. Vota en noviembre” en las elecciones parlamentarias y presidenciales, reaccionó un diputado demócrata, Ted Lieu.

En una elección celebrada el mismo día en Ferguson, Misuri, los vecinos eligieron a Ella Jones, que se convirtió, a los 65 años, en la primera alcaldesa negra del país.

“Es nuestro momento”, dijo Jones al periódico local St. Louis Post-Dispatch.

Cuando se le preguntó qué significaba su victoria para los habitantes negros de Ferguson, respondió: “Una palabra, integración”.

En agosto de 2014, la muerte de Michael Brown, un hombre negro de 18 años que fue asesinado a tiros por un policía blanco cuando estaba desarmado y no representaba una amenaza directa, causó violentos disturbios violentos en Ferguson durante 10 días.

A finales de noviembre de ese año, el anuncio de que los cargos contra el oficial de policía serían retirados generó una nueva explosión de ira, escenas que recuerdan a las que se ven en todo el país tras la muerte, el 25 de mayo, de George Floyd, un hombre negro asfixiado por un oficial de policía blanco.

Ante el movimiento de ira contra el racismo y la brutalidad policial, que en algunas ocasiones degeneró en actos de violencia, Trump adoptó un tono marcial.

El presidente ha sido ampliamente criticado por la oposición demócrata y por los líderes religiosos por haber ordenado el lunes disolver una manifestación para poder fotografiarse delante de una iglesia, pero las voces críticas en su partido siguen siendo escasas.

Siguiente noticia

Una tríada peculiar