El descubrimiento del arqueólogo Yosef Garfinkel de lo que dice es la primera figura representativa del dios bíblico israelita Yavé ha generado el rechazo de varios colegas en Israel, pues lo acusan de "sensacionalista" y describieron su hallazgo como "infundado" y "especulativo".
La teoría del arqueólogo Yosef Garfinkel consiste en asociar una serie de pequeñas figuras de cabezas masculinas, de los siglos X a.C y IX a.C, y que fueron descubiertas en múltiples sitios pertenecientes al antiguo reino de Judá, con figuras de jinetes, halladas en sitios cercanos, y, de acuerdo con ello, concluyó que se encontraba ante las primeras representaciones del dios bíblico israelita, Yavé.
"Hasta ahora, arqueólogos trabajando en Israel, tal vez por 150 años, no habían encontrado figuras o sugerido que figuras descubiertas representen a Yavé. Pero creo que esto ha cambiado ahora, porque tenemos algunos descubrimientos que alteran esta situación, y creo que aquí radica la importancia de este hallazgo, que nos permite entender mejor el texto bíblico", explicó Garfinkel.
En su artículo publicado en la revista Biblical Arqueology Review, el profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén argumenta que tres figuras masculinas antropomórficas halladas en la excavaciones de Khirbet Qeiyafa y Tel Motza, cerca de Jerusalén, están vinculadas con otras dos, pertenecientes a la colección del ex ministro de Defensa Moshe Dayan y que "juntos, estos cinco objetos crean un nuevo tipo de figura masculina, tres de ellas representando a un jinete en un caballo", que según su teoría sería Yavé.
Según Garfinkel, su conclusión se basa no solo en la escasez de figuras masculinas de arcilla como la descubierta por su equipo, sino también en una combinación de "contexto arqueológico, períodos de tiempo, distribución geográfica, iconografía y la tradición bíblica".
Múltiples arqueólogos israelíes cuestionaron con dureza la teoría de Garfinkel, con argumentos críticos de su metodología y de la lógica de sus conclusiones.
"Creo que los artefactos hallados son increíbles, y hay mucho para aprender sobre ellos pero tiene que ser con un método estricto y basados en estudios previos, porque en las últimas décadas se han realizado múltiples estudios sobre arqueología religiosa en esta región y lamentablemente Garfinkel los ha ignorado completamente", dijo Shua Kisilevitz, codirectora de la excavación de Tel Motza y miembro de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Además, señaló que el arqueólogo "se apresuró al declarar que estas figuras pertenecen el dios de Israel cuando no hay nada que señale claramente que estas son representaciones de un dios".
Junto a otros arqueólogos e investigadores, Kisilevitz publicó un artículo en el que no solo cuestionan punto por punto la teoría de Garfinkel, sino que la describen como "especulación irresponsable" y lo acusan de haber "optado por el sensacionalismo y populismo para acaparar titulares".
Por su parte, el arqueólogo se defendió señalando que "cada descubrimiento arqueológico tiene diferentes interpretaciones" y que, mientras que muchos lo atacan, "nadie propone una interpretación alternativa".
Además, se refirió a la motivación detrás de quienes lo critican, que dijo se basan en una línea de investigación cuyo único objetivo es probar la falsedad del texto bíblico, a diferencia de una escuela previa de arqueólogos, que daban los escritos bíblicos por ciertos y se apoyaban en ellos para sus investigaciones. "Creo que ambos procesos son ridículos, hay que tomar un fenómeno como tal y estudiarlo sin preconceptos, tal como hice yo en este caso", afirmó.
Con información de EFE
JH