Hay más de 2 mil infantes tratados por coronavirus en el Hospital Nacional Infantil en la capital de Estados Unidos, pero un recién nacido ha puesto a todos en alerta, pues el infante tiene síntomas graves de los que parece una nueva variante de SARS-COV-2, virus que causa la enfermedad conocida como COVID-19.
Otra sorpresa vino cuando los médicos midieron la carga viral del infante, la cual era 51 mil 418 veces mayor a la media de otros pacientes pediátricos, además de que confirmaron la presencia de una nueva variante del virus en el organismo del menor luego de secuenciar las muestras obtenidas.
La jefa del departamento de enfermedades infecciosas del hospital, Roberta DeBiasi , informó que no se puede concluir nada todavía a partir de un caso, pero que el personal sanitario debe permanecer alerta, pues hay indicios de que la nueva variante denominada N679S podría estar circulando en los estados de Delaware, Maryland, Nueva York, Nueva Jersey y Pensilvania, los cuales pertenecen a la región del Atlántico Medio.
Las causas por la cual el bebé presenta esta altísima carga viral pueden ser varias, desde que su sistema inmunológico no se encuentra todavía desarrollado y el virus se replica sin control en su cuerpo, o porque es un efecto de esta variante, aunque por el momento, nadie se atreve a dar conclusiones al respecto.
El sentido común dicta que las personas jóvenes, especialmente los bebés, son prácticamente inmunes al COVID, con pocos ingresos al hospital y todavía menos decesos, por lo que este tipo de casos son significativos para la investigación de la enfermedad.
Las mutaciones del virus SARS-COV-2 representan un desafío para la ciencia y para las farmacéuticas, que lucha contrarreloj por mantener actualizadas las vacunas que contrarrestan la enfermedad, aunque por el momento, no se ha descubierto evidencia de que las variantes sean particularmente resistentes a la inmunización.
Con información de The Washington Post JMCG