Una niña de solamente 7 años fue impulsada al riesgo de caminar, sin ningún familiar acompañándola, rumbo al norte de México para cruzar la frontera con Estados Unidos, siendo un estremecedor caso que se une a una lamentable lista de menores de edad que se han visto forzados a seguir el trayecto de otros migrantes, aun cuando el peligro para ellos es mucho mayor que el de un adulto.
Su padre, según le dijo a un periodista, que había recorrido México con ella en autobús durante 22 días y se regresó a su país después de dejarla en manos de un joven que la iba a ayudar a cruzar el río Bravo y llegar a Texas.
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La menor se unió a un grupo de migrantes que caminaron hacia la frontera entre México y Estados Unidos. Durante su recorrido, el grupo enfrentó bajas temperaturas, por lo que la niña usaba una chaqueta amarilla con dibujos animados de trenes y un tapabocas negro para protegerse del COVID-19.
La niña pudo llegar a Estados Unidos, pues otra migrante hondureña Fernanda Solís, de 25 años, la encontró llorando en un camino de tierra al norte del Río Bravo después de la medianoche, mientras un helicóptero sobrevolaba la zona y los agentes fronterizos les hablaban a los migrantes por un altavoz.
Luego de la larga aventura, la pequeña de siete años tenía frío, hambre y sed. Al entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza, la menor indicó que cumplirá ocho años el mes que viene, que debería estar en el tercer grado, pero no pudo completar el segundo por la pandemia del coronavirus.
Además, indicó que el padre no tenía dinero como para cruzar la frontera con ella. También comentó que el padre había tratado de cruzar la frontera con ella hacía poco, pero que fueron expulsados y enviados a Tamaulipas, México, por el gobierno de Donald Trump.
Cabe recordar que mas 9 mil 500 menores llegaron a la frontera en febrero, un 60% más que en el mes previo. El gobierno se afana por contar con nuevas instalaciones para alojarlos y por acelerar los procesos para ubicarlos con parientes que viven en Estados Unidos. La municipalidad de San Diego dijo el lunes que usaría su centro de convenciones para albergar a niños migrantes por un promedio de entre 30 y 35 días.
AR