El número de muertos por la represión de la junta militar en Birmania supera los 300, la mayoría de ellos por disparos de las fuerzas de seguridad, mientras aumenta la condena internacional contra los militares golpistas con nuevas sanciones de EE.UU. y Reino Unido.
Las muertes ocurrieron durante las protestas contra el régimen que coincidieron con el desfile anual del Día de las Fuerzas Armadas.
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Los muertos superan el umbral de los 300, tras la violenta jornada del jueves, según la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP). En su informe de hoy precisa que de las 195 víctimas de las que se conoce la causa de la muerte (sobre un total de 320), casi el 90 por ciento recibieron un disparo en la cabeza.
Cabe señalar que la mayoría de los fallecidos fueron en la región de Rangún, aunque también en la de Mandalay y los estados Shan y Kachin, entre otros.
Un centro gestionado por la Embajada de Estados Unidos en Birmania también fue alcanzado el sábado por varios disparos en medio de las protestas. La embajada, ubicada en la ciudad de Rangún, informó que no hubo heridos.
"La enviada especial de la ONU, Christine Schraner Burgener, dijo que garantizar la paz y defender al pueblo debería ser responsabilidad de cualquier ejército, pero en Birmania, el Ejército se ha vuelto contra sus propios ciudadanos. Entre los fallecidos se encuentran mujeres, jóvenes y niños. La enviada especial pide la liberación de todos los detenidos, incluidos el presidente U Win Myint y la consejera de Estado Aung San Suu Kyi", declaró Farhan Haq, portavoz adjunto del Secretario General de la ONU
En una acción coordinada, el Reino Unido anunció sanciones contra el conglomerado de empresas birmano MEC "con el objetivo de cerrar las fuentes de financiación" de la junta militar "para sus campañas de represión contra civiles".
La primera víctima mortal ocurrió el 8 de febrero, pero la mayoría de las muertes se produjeron en el mes de marzo, principalmente el día 14, cuando fallecieron al menos 78 en la jornada más sangrienta hasta el momento.
La víctima más joven es la niña de 7 años que murió tras ser alcanzada en el estómago por un disparo de los uniformados que invadieron su vivienda en Mandalay el pasado martes.
Con información de Euronews
SY