Una enfermera del centro de vacunación del distrito de Frisia, en el noroeste de Alemania, ha admitido haber rellenado jeringuillas de la vacuna contra COVID-19 con solución salina, tras caérsele al suelo un frasco de la vacuna Pfizer-BioNTech y perder el líquido de su interior.
La enfermera de 40 años vería cómo un frasco con el líquido de la vacuna de Pfizer le caía de sus manos, rompiendo de inmediato. Así que, ni corta ni perezosa, en lugar de dar aviso al resto del personal médico, trataría de escurrir el bulto rellenando el vial, equivalente a seis dosis, con suero fisiológico.
"La mujer dijo que el motivo de su acción era evitar tener que informar a alguien sobre el frasco que se le había caído", explicarían efectivos policiales una vez concluida la investigación de lo sucedido.
Las autoridades del distrito han empezado a ponerse en contacto con las personas que podrían haberse visto afectadas, y han informado a todos quienes acudieron ese día a vacunarse que tendrán que someterse a pruebas de anticuerpos para determinar quienes deberán ser vacunados.
Las 200 personas que fueron vacunadas el miércoles pasado tendrán que regresar el 5 de mayo el centro de vacunación de Frisia para realizar una prueba de anticuerpos y así poder determinar quién efectivamente recibió la vacuna de Pfizer/BioNTech, y quiénes fueron las seis personas que fueron inoculadas con solución salina, sustancia que no representa ningún riesgo para la salud.
AR