El papa Francisco se encuentra en “buenas condiciones generales, consciente y respira por sí mismo”, tras la operación a la que fue sometido este domingo por un problema de colon.
El pontífice se recupera en el Policlínico Gemelli de Roma en donde fue internado para una estenosis diverticular, dolencia del colon que afecta sobre todo a las personas de edad avanzada. La cirugía había sido programada con antelación, aunque se desconocía públicamente y su anuncio durante este domingo causó una enorme sorpresa.
Matteo Bruni, portavoz del vaticano, explicó en un comunicado difundido por la Santa Sede que la cirugía para la estenosis diverticular tuvo una duración aproximada de 3 horas y se espera una hospitalización de aproximadamente siete días, salvo que existan complicaciones.
Fuentes hospitalarias citadas por medios locales, aseguran que está acompañado por dos enfermeros de confianza del Vaticano, así como personal de la Gendarmería Vaticana y un responsable de seguridad, junto a la policía italiana.
Se encuentra instalado en el décimo piso del Policlínico universitario, conocida como el “Vaticano 3” porque en él han sido tratados otros pontífices, como Juan Pablo II cuando resultó herido en el atentado de 1981 en la Plaza de San Pedro.
Su llegada al hospital, tras el rezo dominical del Angelus, pasó totalmente inadvertida para el personal médico, pues lo hizo acompañado solo por un conductor y por uno de sus más estrechos colaboradores.
La operación evidentemente se programó para los primeros días de julio porque es el mes en el que el pontifice reduce sus actos al máximo para descansar y solo mantiene su presencia en el Angelus.
El imán Ahmed al Tayeb, jeque de la mezquita de Al Azhar, la institución más importante del islam suní, y jefes de Estado de países como Nigeria, Chile y Venezuela han enviado al papa mensajes de solidaridad.