Este martes, el Ejército israelí bombardeó objetivos del movimiento islamista Hamás en la Franja de Gaza, en respuesta al lanzamiento anoche de dos cohetes desde el enclave contra su territorio y en lo que representa la tercera jornada consecutiva de intercambio de hostilidades.
Los ataques israelíes se llevaron a cabo en dos rondas, ambas con aviones de combate y contra lo que un portavoz del Ejército describió como "objetivos militares" de Hamás, que controla de facto el enclave desde 2007.
Según un comunicado castrense, el primero de ellos, que llegó en respuesta al lanzamiento del primero de los dos cohetes disparados anoche desde Gaza, impactó contra un campo de entrenamiento del movimiento islamista, que sería utilizado también para fabricar y almacenar armamento.
El segundo bombardeo a la Franja de Gaza fue anunciado menos de una hora después, precisando que representaba la represalia por el lanzamiento de un segundo cohete, ya en horas de la madrugada, y de disparos realizados desde el enclave hacia Israel con una ametralladora.
Estos incidentes, que hasta el momento no han causado muertos ni heridos, tienen lugar en un clima de creciente tensión en la zona tras la fuga de 6 presos palestinos de una cárcel israelí de alta seguridad la semana pasada.
Si bien cuatro de ellos fueron recapturados en los últimos días, dos aún continúan prófugos y el Ejército israelí ha asegurado que invertirá todos los recursos disponibles para recapturarlos.
En los últimos días tuvieron lugar también manifestaciones en apoyo a los reos, tanto en la Franja de Gaza como en Jerusalén este y Cisjordania ocupada.
Hamás, al que Israel responsabiliza de todas las hostilidades que emanen desde la Franja, ha brindado su apoyo a los presos prófugos y un portavoz del movimiento indicó el sábado que, aunque todos sean recapturados, exigirían su liberación en cualquier negociación para un posible intercambio de presos con Israel.
Con información de EFE