El presidente chino, Xi Jinping, se encaró con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en los márgenes de la cumbre del G20 en Indonesia para acusarlo de filtrar a la prensa una conversación privada entre ambos
En una imagen muy inusual para el habitual hieratismo de los líderes chinos, Xi se saltó por una vez el protocolo para acusar al canadiense, delante de las cámaras, de haber filtrado el contenido de una reunión privada mantenida anteriormente.
"Todo lo que discutimos se ha filtrado a los periódicos. No es apropiado, y además tampoco es la forma en la que se llevó a cabo nuestra conversación", le espetó Xi a Trudeau ante la presencia de un traductor.
"Si está siendo sincero, debemos comunicarnos con respeto mutuo. Si no, no estoy muy seguro de qué va a pasar", agregó.
Trudeau, impasible frente a la regañina, respondió que "en Canadá creemos en el diálogo libre, abierto y franco", y que "eso es lo que seguiremos teniendo".
"Continuaremos buscando trabajar juntos de manera constructiva, pero habrá cosas en las que no estaremos de acuerdo", añadió.
Xi interrumpe entonces al líder canadiense para exigirle en dos ocasiones que tiene que "crear las condiciones" para seguir hablando, antes de sonreír, estrecharle la mano y marcharse.
La interacción entre ambos fue grabada por los periodistas canadienses que acompañaban a Trudeau y se ha convertido en viral a raíz de su publicación en redes sociales como Twitter por parte de la cadena CTV National News.
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AR