La amenaza de Elon Musk a los empleados de Twitter de aceptar un entorno de trabajo o de lo contrario serán despedidos, ha puesto tensa la relación entre ambos lados.
Y es que por el momento las oficinas de la red social fueron cerradas, incluso a ningún trabajador le dieron acceso pese a contar con identificación de ser empleado. “Continúe cumpliendo con la política de la empresa al abstenerse de discutir información confidencial en las redes sociales, con la prensa o en cualquier otro lugar”.
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El multimillonario y CEO de Tesla intentó, en las últimas horas antes de su fecha límite, convencer a la gente para que se quedara, pero todo sigue hermético y en duda, por lo que los usuarios comenzaron a despedirse si el desenlace es fatal con los tradicionales memes.
Sobre el homeoffice que estaba estrictamente prohibido, Musk en el correo que envió a todo el personal bajó el tono: “Todo lo que se requiere para la aprobación es que su gerente asuma la responsabilidad de asegurarse de que está haciendo una excelente contribución”.
Cabe recordar que el ultimátum de Musk llegó menos de dos semanas después de que despidió al 50 por ciento de la fuerza laboral de Twitter, cerca de 3 mil 700 empleados.
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