Vladimir Putin, presidente de Rusia, aseguró no querer guerra en Europa, pero calificó de "genocidio" la situación en las regiones escindidas del este de Ucrania, por lo que pidió que el conflicto allí se resuelva a través de los acuerdos de paz de Minsk.
"¿Lo queremos (una guerra) o no? Por supuesto que no. Por eso presentamos nuestras propuestas para un proceso de negociación", dijo en una conferencia de prensa junto al canciller alemán Olaf Scholz.
El presidente ruso dijo que están dispuestos a "seguir trabajando en común" con los países occidentales sobre la seguridad europea para desescalar la crisis en Ucrania.
"Estamos dispuestos a seguir trabajando en común. Estamos dispuestos a seguir el camino de la negociación", agregó.
El gobierno de Moscú ha negado tener intenciones belicosas y afirma que se siente amenazado por la expansión de la OTAN hacia Europa del este. Por ello exige "garantías de seguridad", en especial un veto a la entrada de Ucrania en la alianza.