El pasado domingo, el Palacio de Buckingham informó que la Reina Isabel II dio positivo a COVID-19, aunque con síntomas leves similares a los de un resfriado, ante lo cual, seguirá haciendo "tareas ligeras" durante la próxima semana.
Aunque se espera que la Reina mejore al no presentar síntomas graves, existe la duda de qué podría ocurrir si la monarca, de 95 años, llegara a morir, pues ha estado en el trono desde su coronación en junio de 1953.
Según, se reveló la 'Operación Puente Londres' establecida en 1960 (y se ha ido actualizando en años posteriores), existe un protocolo que dicta todas las medidas que deben tomarse en caso de que Isabel II llegue a morir, fecha que será nombrada como el "Día D".
Este protocolo se ha ensayado por décadas; utiliza códigos y palabras clave para comunicarse. Estas se ha ido actualizando con el paso de los años, y en el caso del actual, debido a algunas filtraciones a mediados de la década pasada, se ha informado con mayor claridad a raíz.
Se declararán diez días de luto, entre los cuales el ataúd se pondrá en el Palacio de Westminster para que la gente muestre su respeto. El último día, se realizará el funeral y se trasladará el cuerpo de Isabel II al Palacio de Windsor, donde será enterrada en la cripta real.
En 2018, se determinó que el nuevo Rey Carlos de Inglaterra, primero en la línea de sucesión, visitará Escocia y Gales poco después de la muerte de Isabel II para "mostrar que son una parte integral de su reino".
Luego de ello comenzaría la transición del reinado a través de "acciones sencillas", como por ejemplo el cambio de las monedas y los billetes, o tan complejos como las transformaciones que le imprimirá el nuevo rey a la Corona.
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AR