El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se encuentra celebrando el Día de la Victoria, una fiesta nacional que es realizada con motivo de la victoria de la Unión Soviética contra la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Durante un discurso en la Plaza Roja de Moscú con motivo del Día de la Victoria, Putin dijo que “defender el país es algo sagrado” y señaló que los militares rusos combaten “por la población en (la región ucraniana de) el Donbás y por la seguridad del país”.
“Me dirijo ahora a nuestras Fuerzas Armadas y las milicias del Donbás. Luchen por la patria, por su futuro, para que nadie olvide las lecciones de la Segunda Guerra Mundial y para que no haya lugar en el mundo para ejecutores y nazis”, fue el discurso que dio Putin.
Dos meses y medio después de haber desplegado sus fuerzas en Ucrania, los combates se concentran en el este del país. Rusia tuvo que rebajar sus ambiciones de tomar rápidamente el país y la capital frente a la feroz resistencia de las tropas ucranianas, armadas por los países occidentales.
Putin volvió a justificar su decisión de lanzar la ofensiva contra Ucrania el 24 de febrero, alegando que Kiev preparaba un ataque contra los separatistas prorrusos en el este del país, quería hacerse con la bomba atómica y recibía el apoyo de la OTAN.
"Se estaba formando una amenaza totalmente inaceptable, directamente en nuestras fronteras", dijo, acusando de nuevo al país vecino de neonazismo y calificando la ofensiva de "respuesta preventiva". Fue "única decisión correcta" posible, añadió.
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AR