Simón Bolívar nació en una familia de origen vasco en Caracas, Venezuela el 24 de julio de 1783 y como era costumbre entre las familias acomodadas estudió en el extranjero.
Viajando por Europa conoce las ideas de los pensadores del empirismo y la ilustración (Locke, Montesquieu, Voltaire y Rousseau) y en París tiene contacto con las ideas de la Revolución Francesa, lo que forja en su mente la idea de formar una confederación con las colonias españolas de América, inspirado en el modelo de Estados Unidos.
En 1810 se une a la revolución independentista que estalló en Venezuela, pero el fracaso lo obliga a huir del país en 1812.
Una segunda expedición militar en 1813 llamada la Campaña Admirable, entró triunfante en Caracas, de este suceso surge el título de Libertador. Pero una reconquista realista lo expulsa a Jamaica en 1814 y 1815, donde replantea una tercera revolución entre 1816 y 1819 que le dio el control. Dos años después, tras una tregua, aseguraría la independencia de Venezuela en la batalla de Carabobo en 1821.
No satisfecho con la liberación de Venezuela, cruzó Los Andes y en la batalla de Boyacá de 1819 dio la independencia al Virreinato de Nueva Granada (la actual Colombia). Luego liberó el territorio de la Audiencia de Quito (el actual Ecuador) en 1922 en la batalla de Pichincha.
En 1824 obtuvo la más decisiva de sus victorias en la batalla de Ayacucho, que determinó el fin de la presencia española en Perú y en toda Sudamérica. Los últimos focos realistas del Alto Perú fueron liquidados en 1825, creándose allí la República de Bolívar (actual Bolivia). Además de ser libertador, presidente y dictador, Simón Bolívar representa el espíritu de hermandad y libertad de todo el continente. Falleció el 17 de diciembre de 1830 y doce años más tarde (1842) sus restos mortales fueron trasladados a Caracas.
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JG