El Papa Francisco, a quien los médicos desaconsejaron desplazarse a Ucrania en un futuro inmediato, llegó este martes a Kazajistán en una visita de tres días en la que busca enviar un mensaje de paz a la tensa región de Asia Central.
El vuelo en el que viaja el Papa Francisco, la delegación vaticana y 75 periodistas despegó de Roma a las 7.35 horas y llegó a la capital Nursultán tras 6 horas y media de vuelo, en una sala del aeropuerto se celebrará la ceremonia de bienvenida.
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Francisco, de 85 años, es esperado por el presidente Kasim Yomart Tokaev en el palacio presidencial y luego pronunciará un primer discurso ante las autoridades y el cuerpo diplomático.
El pontífice, que debe ir en silla de ruedas por dolores en la rodilla y ha admitido que tiene que reducir el ritmo o plantearse un retiro, participará también en una cumbre interreligiosa en Nursultán con la presencia de delegaciones de unos 50 países.
El papa dijo el domingo que el 38º viaje desde su elección en 2013 sería "una oportunidad" para tener "un diálogo como hermanos, animados por el deseo común de paz, una paz de la que nuestro mundo está sediento".
Inicialmente se esperaba la presencia en la cumbre del patriarca Kirill de la Iglesia ortodoxa de Rusia, cercano al presidente Vladimir Putin, pero el religioso ruso anuló su participación sin dar razones, barriendo las esperanzas de Francisco de hablar de la guerra en Ucrania.
Las visiones de ambos líderes religiosos chocan en esta cuestión: el papa ha pedido la paz y denuncia "una guerra cruel y sin sentido", mientras que Kirill defendió la "operación militar" y la lucha contra "los enemigos internos y externos" de Rusia.
"El diálogo, el acercamiento, la búsqueda de paz entre distintas religiones y mundos culturales están en el corazón de este viaje", dijo el lunes el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.
El presidente kazajo Tokayev, de 69 años, es aliado de Rusia, pero la invasión de Ucrania en febrero ha tensado su relación.
Tokayev ha evitado respaldar la invasión y teme el resurgimiento de las ambiciones imperiales de Moscú en el norte de Kazajistán, una antigua república soviética que se independizó en 1991 y donde existe una amplia comunidad rusa.
Situada justo al sur de Rusia, Kazajistán limita con otras antiguas repúblicas soviéticas, además de China y el mar Caspio.
El miércoles, Francisco protagonizará la apertura de la sesión plenaria del Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales y oficiará una misa por la tarde. El jueves cerrará su visita reuniéndose con líderes católicos.
El presidente chino Xi Jinping estará en este país de Asia Central al mismo tiempo que Francisco, pero no se espera ningún encuentro a pesar de las esperanzas del Vaticano de renovar un histórico acuerdo para nombrar a sus obispos en el gigante asiático.
Rico en recursos energéticos, Kazajistán tiene 19 millones de habitantes, de los que un 70% son musulmanes sunitas y un 25% son cristianos, principalmente ortodoxos rusos. Solo un 1% es católico.
Tokayev empezó una serie de reformas después de su elección en 2019, pero el país se vio sacudido por protestas contra los elevados precios del combustible a principios de año que dejaron 200 muertos y desmenuzaron su imagen de estabilidad.
Francisco es el segundo papa en visitar Kazajistán. Antes lo hizo Juan Pablo II en septiembre de 2001.
La semana pasada, el papa argentino dijo que los doctores le habían prohibido viajar a Ucrania o Moscú mientras se recupera de problemas en la rodilla que le han obligado a cancelar numerosos compromisos en el Vaticano.
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AR