La Organización de Estados Americanos (OEA) está planeando una especie de cumbre de cancilleres para hablar sobre lo que está pasando en Guatemala.
Esta propuesta se activó porque, según dicen, hay una crisis en el país centroamericano. Resulta que el Consejo Permanente de la OEA se reunió en Washington y decidió revisar la situación, aprobando una resolución que señala la preocupación por las acciones que está tomando la Fiscalía guatemalteca, que según ellos son un poco desestabilizadoras.
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Ahora, la OEA está en modo consulta para ver si de verdad necesitan una reunión de ministros de Relaciones Exteriores para meterse de lleno en el asunto.
Asimismo le están pidiendo al secretario general de la OEA, Luis Almagro, que hable con el gobierno de Guatemala para ver si les dan permiso para enviar a sus representantes a hacer una visita oficial y tratar de arreglar las cosas.
Están sacando la artillería pesada porque mencionaron el artículo 18 de la Carta Democrática Interamericana, que básicamente dice que si hay problemas que pueden afectar la onda democrática de un país, la OEA puede intervenir siempre y cuando el país en cuestión de su consentimiento.
Almagro indicó que Guatemala está pasando por una de las pruebas más difíciles de su historia, y que si la Fiscalía hace lo que quiere, estaríamos hablando de un intento de golpe de Estado.
Además, dejó claro que hasta las elecciones de 2023, en la historia democrática de Guatemala, no se había visto tanto lío con la judicialización para cambiar los resultados electorales.
La resolución que aprobaron también incluye una advertencia para Guatemala, condenando fuertemente el abuso de poder por parte de la Fiscalía y otras autoridades guatemaltecas, y manifestando una preocupación seria por la persecución política y judicialización de los procesos electorales y la transición democrática.
Pero el canciller guatemalteco, Mario Búcaro, se puso frente a la cámara para decir que su gobierno ha respetado los resultados electorales desde el día uno, que no han hecho nada para bloquear la transición de poderes y le pidió a los demás países de la región que se tomen las cosas con calma, porque según él, no hay un desorden total en Guatemala.
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