En una declaración emitida tras la visita de una delegación de Corea del Sur a la OTAN, el secretario general de la Alianza, Mark Rutte, confirmó el despliegue de soldados norcoreanos en la región de Kursk, Rusia.
Este anuncio suma tensión al conflicto en Ucrania y destaca una colaboración militar que la OTAN considera una amenaza significativa para la seguridad regional en el área Euro-Atlántica y en el Indo-Pacífico.
“Puedo confirmar que tropas norcoreanas han sido enviadas a Rusia y ya se encuentran en la región de Kursk,” expresó Rutte en Bruselas. Asimismo, la OTAN solicitó a Moscú y Pyongyang que suspendan de inmediato el envío de efectivos militares norcoreanos a Rusia, donde apoyarían las operaciones militares rusas en Ucrania.
La alianza considera que esta cooperación es un reflejo de la situación crítica que enfrenta el presidente Vladimir Putin en el conflicto.
Mark Rutte también señaló que, desde el inicio de la guerra, el número de bajas en el ejército ruso asciende a 600 mil soldados, entre muertos y heridos, cifra que ha crecido exponencialmente en el último año.
En su opinión, este número de víctimas ilustra la creciente dependencia de Putin en el apoyo extranjero para sostener las operaciones militares en Ucrania.
Rutte destacó el riesgo que representa el acercamiento militar entre Rusia y Corea del Norte, una relación que en los últimos meses ha mostrado signos de fortalecimiento. Desde la perspectiva de la OTAN, el apoyo de Pyongyang a Moscú es un factor de desestabilización en la región, no solo por el impacto que podría tener en el conflicto ucraniano, sino también por la amenaza potencial en la zona Indo-Pacífica.
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