El presidente interino de Corea del Sur, Choi Sang-mok, ordenó este lunes una inspección de seguridad aérea a nivel nacional tras el accidente de un avión Boeing 737-800 de Jeju Air, que dejó 179 fallecidos y dos sobrevivientes el pasado domingo.
La tragedia, ocurrida en el Aeropuerto Internacional de Muan, ha conmocionado al país, mientras las autoridades trabajan para identificar a las víctimas y esclarecer las causas del siniestro.
Detalles del accidente
El avión intentaba aterrizar por segunda vez tras recibir una advertencia de impacto de aves. Durante el aterrizaje, el tren delantero no se desplegó, lo que provocó que la aeronave se deslizara mil 200 metros antes de chocar contra una valla de hormigón, desencadenando un incendio.
Aunque el Boeing 737-800 es considerado seguro, las autoridades investigan posibles fallos mecánicos, errores humanos y factores externos como la estructura de la valla ubicada al final de la pista.
Revisión nacional y asistencia internacional
Como respuesta inmediata, el Ministerio de Transporte inició una inspección de los 101 aviones Boeing 737-800 en operación en el país, con un enfoque en su mantenimiento.
Además, expertos de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos y de Boeing llegaron a Corea del Sur para colaborar en la investigación.
Identificación de víctimas y apoyo a las familias
De las 179 víctimas mortales, 146 han sido identificadas mediante muestras de ADN y huellas dactilares. Las familias enfrentan un proceso doloroso, ya que los cuerpos están en condiciones críticas.
Choi Sang-mok enfatizó que la máxima prioridad es brindar apoyo a los afectados y garantizar un proceso de investigación transparente.
Lecciones para la seguridad aérea
Expertos en aviación señalaron que el accidente evidencia la necesidad de revisar los estándares de seguridad en los aeropuertos, especialmente en relación con las estructuras ubicadas cerca de las pistas.
“Las medidas de seguridad deben rediseñarse para minimizar daños en situaciones críticas”, afirmó Christian Beckert, piloto de Lufthansa.
Mientras el país se enfrenta a la tragedia, la investigación continúa como un paso crucial para prevenir futuros desastres y garantizar la seguridad aérea en Corea del Sur.
IO