Este sábado 7 de diciembre, la Asamblea Nacional de Corea del Sur rechazó la moción para destituir al presidente Yoon Suk-yeol. La iniciativa, impulsada por la oposición tras la controvertida aplicación de la ley marcial el pasado martes, no alcanzó el cuórum necesario de 200 votos, quedándose en 195.
Un Parlamento dividido
A pesar de contar con el apoyo de los 192 parlamentarios de la oposición y tres votos provenientes del gobernante Partido del Poder Popular (PPP), el resto de los legisladores del PPP abandonaron la sesión tras un primer intento fallido de investigación contra la primera dama, Kim Keon-hee, por presunta corrupción.
El presidente de la Asamblea, Woo Won-shik, realizó múltiples llamamientos para que los parlamentarios cumplieran con su deber, sin éxito.
Tensiones políticas y protestas masivas
Mientras se desarrollaba la sesión, unas 149 mil personas se manifestaron frente a la Asamblea exigiendo la dimisión de Yoon Suk-yeol, según datos de la policía. La presión social ha crecido desde que el presidente decretó la ley marcial, medida que posteriormente fue retirada tras seis horas debido a una votación parlamentaria.
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En su disculpa pública, Yoon lamentó haber generado "incomodidades y preocupación" a la ciudadanía y dejó en manos de su partido la decisión sobre su mandato, lo que alimentó la incertidumbre sobre su futuro político.
Reacciones de los partidos
El líder del opositor Partido Democrático (PD), Lee Jae-myung, expresó su decepción por el fracaso de la moción y prometió continuar presentando nuevas iniciativas para destituir al presidente.
Por su parte, Han Dong-hoon, líder del PPP, calificó la situación de insostenible y mencionó la posibilidad de una "dimisión anticipada" del presidente, reflejando las divisiones internas en el partido gobernante.
Un futuro incierto para Yoon Suk-yeol
El panorama político para Yoon es cada vez más complicado. Las autoridades surcoreanas han abierto una investigación en su contra y contra altos mandos militares por posibles delitos de insurrección y abuso de poder relacionados con la ley marcial.
Con más de dos años de mandato restante, Yoon enfrenta presiones tanto desde la oposición como desde su propio partido, en un contexto de inestabilidad que podría tener repercusiones en las próximas elecciones.
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