En un tono decididamente firme y cauteloso, el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, ha emitido una advertencia severa en respuesta a cualquier acto en contra de los intereses iraníes, prometiendo una reacción "dura, amplia y dolorosa" hacia el agresor.
Esta declaración fue parte de un diálogo entre Raisí y el emir de Catar, Tamim bin Hamad al Thani, reflejando la tensión actual en las relaciones internacionales, especialmente respecto a las dinámicas en Oriente Medio.
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Durante su conversación con el emir catarí, el presidente Raisí justificó la reciente operación militar contra Israel como una medida de autodefensa, amparada bajo el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas.
Esta aclaración surge tras el reciente ataque iraní que respondía a la inacción del Consejo de Seguridad de la ONU frente al bombardeo de su consulado en Siria.
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La posición iraní frente a los ataques de Israel
El mandatario iraní reiteró la importancia de adoptar medidas disuasorias contra Israel, criticando el apoyo incondicional de ciertos países occidentales hacia Tel Aviv, lo que a su juicio, contribuye a la tensión regional.
Este punto de vista se ve reforzado por el aumento del tono beligerante de las autoridades iraníes ante posibles represalias israelíes.
Amenazas de escalada y represalias
El viceministro de Exteriores iraní, Ali Bagheri Kani, en una reciente entrevista televisiva, destacó que cualquier respuesta israelí sería contrarrestada inmediatamente, indicando un posible cambio en el tiempo de reacción de Irán frente a futuras amenazas.
Capacidades militares de Irán
En un contexto de creciente tensión, el portavoz de la Comisión de Seguridad Nacional del Parlamento iraní, Abolfazl Amouei, ha dejado entrever que Irán podría emplear armamento aún no utilizado, sugiriendo una escalada en la capacidad de respuesta militar de la nación.
Tras el intercambio de hostilidades, el escenario internacional ha visto un cúmulo de actividades diplomáticas.
El ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, ha estado activo en conversaciones con líderes mundiales, intentando moderar la percepción del reciente ataque y subrayando que solo se atacaron posiciones militares israelíes.
La situación interna en Irán también se tensa con denuncias contra periodistas y medios por supuestamente alterar la seguridad psicológica de la población en relación con el ataque a Israel, reflejando un control estricto sobre la narrativa interna.
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