El representante principal de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha emitido una advertencia severa, indicando que si Israel no detiene sus operaciones militares en Rafah, la relación entre la UE e Israel podría enfrentar serias tensiones.
En un comunicado oficial, Borrell ha instado a Israel a poner fin de inmediato a estas acciones militares.
Los Estados miembros de la Unión han hecho un llamado urgente a Israel, subrayando la necesidad de terminar las operaciones en Rafah.
Estas operaciones están interfiriendo con la distribución de ayuda humanitaria en Gaza y están causando desplazamientos internos, además de incrementar la vulnerabilidad a la hambruna y el sufrimiento humano.
Actualmente, más de un millón de civiles se encuentran refugiados en Rafah y áreas cercanas, a quienes se les ha solicitado evacuar hacia lugares que, según reportes de las Naciones Unidas, no ofrecen condiciones de seguridad.
En su declaración, Borrell ha reiterado que, aunque la Unión Europea reconoce el derecho de Israel a defenderse, cualquier acción defensiva debe estar en línea con el Derecho Internacional Humanitario y garantizar la protección de los civiles.
Además, hizo un llamado a Israel para que se abstenga de agravar la situación humanitaria en Gaza y solicita la reapertura del paso fronterizo de Rafah.
De acuerdo con las normativas del Derecho Internacional Humanitario, es obligatorio para Israel permitir y facilitar el paso sin impedimentos de ayuda humanitaria a la población civil, una postura respaldada por recientes fallos de la Corte Internacional de Justicia.
Por otro lado, la Unión Europea ha condenado el ataque de Hamás en el cruce de Kerem Shalom, que ha complicado aún más la entrega de ayuda humanitaria.
En respuesta a esta situación, los Veintisiete han instado a todas las partes involucradas a intensificar sus esfuerzos para alcanzar un cese al fuego inmediato y la liberación sin condiciones de todos los rehenes retenidos por Hamás.
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