Hunter, hijo del presidente Joe Biden, escuchó los primeros alegatos en su contra en el juicio que enfrenta por compra y posesión de armas mientras era adicto al crack. Los hechos de los que se le acusan se registraron en el 2018, cuando el hijo del mandatario estadounidense mintió en el formulario y adquirió un arma de fuego negando que era un adicto.
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De acuerdo con los abogados del caso federal en contra de Hunter Biden, el hijo del presidente de Estados Unidos era un evidente adicto a las drogas y sus conductas le afectaron a él y a todos sus seres queridos. Además de que acusaron que él sabía lo que hacía cuando mintió para poder comprar un arma.
Derivado de los hechos registrados hace seis años, el hijo del mandatario norteamericano ha sido acusado de tres delitos graves que son, mentir al vendedor de armas con licencia federal sobre su consumo de sustancias, de hacer una afirmación falsa en la solicitud al asegurar que no usaba drogas y de conservar el arma de manera ilegal durante 11 días.
Por otra parte, la defensa de Hunter Biden ha llamado a testificar a James Biden, hermano del presidente y tío del acusado, pues tiene una relación muy estrecha con el hijo del mandatario estadounidense y también fue quien estuvo a su lado en los periodos de rehabilitación de su sobrino.
Para poder escuchar los primeros alegatos en su contra, Hunter llegó al tribunal en compañía de su esposa a bordo de una SUV, además de que Jull y Ashley Biden también estuvieron en el juicio. Este proceso en contra del hijo del presidente de Estados Unidos inició debido a la caída de un acuerdo en donde se buscaba evitar un espectáculo rumbo a las elecciones 2024, sin embargo, el acusado se declaró inocente y acusó al Departamento de Justicia.