El presidente argentino Javier Milei anunció que no asistirá a la cumbre del Mercosur programada para el 8 de julio en Asunción, Paraguay, donde iba a coincidir con su homólogo brasileño y adversario ideológico Luiz Inácio Lula da Silva.
En cambio, Milei evalúa la posibilidad de reunirse con el expresidente brasileño Jair Bolsonaro durante el fin de semana, según informó su portavoz este lunes 1 de julio de 2024.
Manuel Adorni, vocero presidencial, anunció en rueda de prensa que "por cuestiones de agenda, el presidente no va a ir a la cumbre del Mercosur como tenía previsto". Esto contradice un anuncio previo en el que se había confirmado la asistencia de Milei al evento semestral de presidentes del bloque comercial, que incluye a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.
La representación argentina en la cumbre será asumida por la canciller Diana Mondino, quien acudirá en lugar de Milei.
Tensiones con Lula da Silva
Este cambio de planes se produce en un contexto de tensiones crecientes entre Milei y Lula da Silva. El pasado viernes, Milei calificó a Lula como un "zurdito" con "el ego inflamado" y se negó a disculparse por sus comentarios previos en los que llamó a Lula "zurdo salvaje", "comunista" y "corrupto".
Ante las especulaciones de la prensa sobre si Milei está evitando un encuentro cara a cara con Lula en Paraguay, Adorni fue claro: "El presidente jamás dejaría de tener una actividad por sus propios dichos".
Posible encuentro con Bolsonaro
Paralelamente, se ha informado que Milei viajará a Brasil el sábado para un evento no especificado, regresando el domingo, un día antes de la cumbre en Paraguay. No se ha confirmado si Milei se reunirá con Bolsonaro durante este viaje.
La semana pasada, Lula enfatizó la importancia de las relaciones bilaterales entre Brasil y Argentina, declarando que "Argentina es un país muy importante para Brasil y Brasil es muy importante para Argentina", y añadió que "no es un presidente de la república quien va a crear cizaña entre Brasil y Argentina".
El Mercado Común del Sur (Mercosur) fue fundado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Venezuela también es miembro pleno desde 2006, aunque su participación está suspendida desde 2017 debido a la "ruptura del orden democrático". Bolivia está en proceso de adhesión, pendiente de la aprobación de su protocolo por parte del parlamento.
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