En un reciente informe presentado por cinco agencias de la ONU, se reveló que el hambre no retrocedió en 2023, afectando a 733 millones de personas, lo que representa más del 9 por ciento de la población mundial.
Las causas principales incluyen conflictos bélicos, dificultades económicas y el cambio climático. Esta situación alarmante destaca la urgencia de abordar estos problemas a nivel global.
El informe titulado "El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo", presentado en Río de Janeiro durante las reuniones ministeriales del G20, muestra que una de cada once personas en el mundo pasó hambre en 2023. Este problema persiste por tercer año consecutivo, subrayando la gravedad de la situación.
El hambre no afecta a todas las regiones por igual. En África, el número de personas que sufren hambre ha aumentado, alcanzando el 20.4 por ciento de su población. En Asia, la situación se ha estabilizado con un 8.1 por ciento de la población afectada, mientras que en América Latina y el Caribe, salvo en la región del Caribe, se ha registrado una reducción al 6.2 por ciento.
Factores detrás del hambre persistente
Los expertos atribuyen la persistencia del hambre a una combinación de factores, incluyendo conflictos geopolíticos, dificultades económicas y fenómenos climáticos extremos. Estas problemáticas han impedido que el hambre retrocediera, a pesar de la recuperación económica post-pandemia. Además, las desigualdades persistentes entre países y dentro de ellos agravan la situación.
Impacto del cambio climático
El cambio climático juega un papel crucial en la exacerbación del hambre. Fenómenos climáticos extremos están afectando a todos los continentes, complicando aún más el acceso a alimentos. Esta realidad subraya la necesidad de tomar medidas urgentes para mitigar los efectos del cambio climático en la seguridad alimentaria.
El informe destaca que cerca de 2 mil 330 millones de personas experimentaron inseguridad alimentaria moderada o grave en 2023, lo que significa que tuvieron que saltarse comidas ocasionalmente. Además, más de un tercio de la población mundial no puede acceder a una dieta saludable, con un 72% de estas personas viviendo en países de bajos ingresos.
La meta de eliminar el hambre para 2030, adoptada hace nueve años por Naciones Unidas, parece cada vez más difícil de alcanzar.
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