En medio de los eventos de los Juegos Olímpicos de París 2024, varias líneas de telecomunicaciones en Francia han sido blanco de actos vandálicos, afectando las conexiones de fibra óptica y líneas de telefonía. El gobierno francés confirmó estos actos, que se suman a una serie de ataques incendiarios contra redes ferroviarias ocurridos el viernes, horas antes de la ceremonia de apertura de los Juegos.
La magnitud del impacto no estaba clara de inmediato, y no se ha confirmado si estos actos han afectado directamente las actividades olímpicas. Los daños registrados durante la noche del domingo al lunes han afectado a las operadoras de telecomunicaciones, según indicó Marina Ferrari, secretaria de Estado a cargo de asuntos digitales, en una publicación en X (anteriormente Twitter). Ferrari señaló que los incidentes han tenido un impacto localizado en el acceso a la conexión de fibra óptica y a las líneas fijas y móviles.
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Los organizadores de los Juegos Olímpicos no han hecho comentarios al respecto por el momento.
Regiones afectadas
Al menos seis departamentos administrativos de Francia han sido afectados por estos actos vandálicos, incluida la región en torno a la ciudad mediterránea de Marsella, que acoge competiciones de fútbol y vela, según un agente de la policía francesa.
Las operadoras de telecomunicaciones Bouygues y Free confirmaron que sus servicios se han visto afectados. Además, las líneas operadas por la proveedora SFR también han sido impactadas, según reportes de medios franceses. La compañía matriz de Free anunció que sus equipos se han movilizado para restaurar el servicio lo más pronto posible.
Contexto de los ataques
Estos incidentes se producen en un contexto de alta tensión, ya que el país acoge uno de los eventos deportivos más importantes del mundo. Los actos vandálicos contra las redes de telecomunicaciones y ferroviarias representan un desafío significativo para las autoridades francesas, que están trabajando para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de los Juegos Olímpicos.
Los ataques incendiarios contra las redes ferroviarias y los actos vandálicos contra las telecomunicaciones subrayan la vulnerabilidad de la infraestructura crítica del país y la necesidad de medidas de seguridad reforzadas durante eventos de gran envergadura.
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