El Ejército de Defensa de Israel (IDF) llevó a cabo un ataque aéreo en un departamento en Dahieh, un bastión de Hezbolá en Beirut, la tarde de este viernes. El objetivo fue Ibrahim Aqil, jefe de operaciones del grupo, según reportes de fuentes libanesas.
El ataque dejó un saldo de ocho muertos y 59 heridos. Entre las víctimas mortales, se encuentra Aqil, de acuerdo con una fuente afiliada a Hezbolá que habló con la agencia AFP. Aunque las autoridades israelíes creen que Aqil murió en el ataque, aún no se ha emitido una confirmación oficial. El IDF describió el ataque como "selectivo".
Detalles del ataque y respuesta en Líbano
La Agencia Nacional de Noticias del Líbano informó que el ataque fue realizado por un avión F-35 israelí, que disparó dos misiles contra el edificio en Dahieh. En un inicio, los reportes indicaban la muerte de una persona y 14 heridos, pero la cifra aumentó significativamente con el paso de las horas. Hezbolá informó que entre los heridos había varios niños, y las ambulancias se movilizaron rápidamente para evacuar a los afectados.
Medios saudíes reportaron que el ataque ocurrió cerca de instalaciones clave de Hezbolá en la zona. Testigos afirmaron que las explosiones se sintieron como un terremoto, describiendo escenas de caos y destrucción.
Escalada del conflicto y reacciones en Israel
El ataque israelí se produjo poco después de que Hezbolá lanzara aproximadamente 140 cohetes hacia el norte de Israel, impactando en áreas como Galilea y los Altos del Golán. En respuesta, Israel respondió con fuego de artillería pesada. La situación de seguridad en la zona norte de Israel se mantuvo en alerta, y las órdenes de permanecer cerca de refugios continuaron vigentes.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, anunció que recortaría su viaje a Estados Unidos debido a la escalada de violencia, después de su discurso en la Asamblea General de la ONU.
Ibrahim Aqil y su historial en Hezbolá
Aqil, líder del Consejo de la Jihad de Hezbolá, fue vinculado a varios ataques terroristas a nivel global, incluyendo el atentado contra la embajada de Estados Unidos en Beirut en 1983, que dejó 63 muertos. Estados Unidos lo designó como terrorista en 2015, ofreciendo una recompensa de 7 millones de dólares por información que condujera a su captura.
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