El Ejército de Israel llevó a cabo un bombardeo selectivo este viernes 20 de septiembre de 2024 en los suburbios meridionales de Beirut, una zona conocida como Dahye, un importante bastión del grupo chií libanés Hezbolá. La información fue confirmada tanto por el Ejército israelí como por la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN).
El comunicado emitido por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) señaló que el ataque se ejecutó en la capital libanesa, aunque no especificó el tipo de bombardeo ni los medios utilizados para llevarlo a cabo. "Por ahora, no hay cambios en las directrices del Mando del Frente Doméstico", apuntó el Ejército israelí, en referencia a las medidas de defensa civil implementadas en su territorio.
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Un ataque en el contexto de tensiones con Hezbolá
El área afectada por el bombardeo, Dahye, es un enclave clave para Hezbolá, una organización política y militar chií con gran influencia en el Líbano y considerada por Israel como una amenaza a su seguridad. Este ataque ocurre en medio de una escalada de tensiones entre ambos actores, quienes han protagonizado enfrentamientos en la frontera israelí-libanesa en los últimos meses.
Hasta el momento, se desconoce el número de víctimas pues no se ha confirmado el alcance total de los daños en el área de Dahye. Sin embargo, medios locales han señalado que el bombardeo generó gran preocupación en los alrededores debido a la posibilidad de represalias por parte de Hezbolá.
Reacciones y contexto internacional
Aunque el Ejército israelí no ha emitido más detalles sobre el objetivo específico del ataque, algunos analistas sugieren que la operación podría estar relacionada con las recientes actividades de Hezbolá en la región, como el refuerzo de sus posiciones militares cerca de la frontera israelí.
El bombardeo también ha generado reacciones en la comunidad internacional, particularmente en el Líbano, donde se teme que este tipo de acciones escale aún más las tensiones en la región. Hezbolá aún no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el ataque.
Esta nueva ofensiva ocurre en un momento delicado para la estabilidad del Medio Oriente, una región marcada por constantes conflictos y tensiones políticas entre diferentes facciones y países.
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