En el mismo día de la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, cerca de 30 mil usuarios de X han trasladado sus cuentas a redes sociales alternativas como Mastodon y BlueSky, utilizando la plataforma francesa HelloQuitX.
El fenómeno coincide con la presencia de Elon Musk en el equipo de gobierno de Trump, lo que ha intensificado el debate sobre la dirección ideológica y las políticas de la red social anteriormente conocida como Twitter.
HelloQuitX facilita la migración automática de datos desde X a otras plataformas consideradas más transparentes y descentralizadas.
"Estas redes sociales representan una nueva generación con más opciones para los usuarios y la investigación", explicó David Chavalarias, fundador de la iniciativa, durante un evento en París para promover alternativas digitales.
X pierde relevancia en Europa
Francia se ha convertido en uno de los países con mayor rechazo a las políticas de Musk. Instituciones como el Ayuntamiento de París, medios de comunicación como Le Monde y organizaciones civiles han anunciado su salida de la plataforma.
Otros medios europeos, como The Guardian en el Reino Unido y La Vanguardia en España, han seguido el mismo camino desde la victoria de Trump y el anuncio del rol de Musk en su administración.
Benoît Piédallu, cofundador de HelloQuitX, advierte que quedarse en X para contrarrestar discursos de odio es un "error político" y que la batalla por el debate digital ya está perdida dentro de esa plataforma.
Ante este panorama, el futuro de X como espacio central de conversación global parece cada vez más incierto, mientras que las plataformas descentralizadas ganan terreno como alternativa para quienes buscan mayor libertad y control sobre sus datos.
IO