CIUDAD DE MEXICO, 26 de noviembre (NTX).- Las fuerzas armadas refrendaron el respeto y defensa de las instituciones, de los Derechos Humanos y la investidura presidencial, ante el mandatario federal Andrés Manuel López Obrador.
Con motivo del centenario de la muerte del general Felipe Ángeles, el director del Heroico Colegio Militar, Julio Álvarez Arellano, aseguró que quienes sirven en las fuerzas armadas respetarán y refrendarán a las instituciones legalmente constituidas como lo hizo el recordado héroe revolucionario.
En la ceremonia, encabezada por el jefe del Ejecutivo federal en la explanada del Castillo de Chapultepec, el mando castrense añadió que como militares respetan la democracia y el orden constitucional; sostuvo que en la actualidad los soldados de México continúan con la lealtad a la institución presidencial.
Ante el gabinete de seguridad, cadetes, estudiantes de primaria y familiares de Felipe Ángeles, afirmó que en todos los planteles de educación militar “se forjan las futuras generaciones con honor, lealtad, honestidad y un compromiso perenne con la patria”.
Dijo que el legado de Felipe Ángeles se manifiesta todos los días a través del actuar del soldado mexicano en el servicio a la patria, que los hace actuar con respeto a los derechos humanos de las personas y con profundo amor por México.
Álvarez Arellano llamó a sus compañeros de armas a mantener el legado de integridad y valores del general Felipe Ángeles al conducirse con disciplina, honor, lealtad, patriotismo, honestidad y sentido del deber en el desempeño de las misiones encomendadas.
El general pidió a los uniformados trabajar con la visión de que las tareas que desarrollan ahora “servirán en el futuro para la transformación y el bien de la patria”.
En el acto López Obrador entregó una bandera y la biografía, obra y ocaso de Felipe Ángeles a Raúl Gómez Ángeles, sobrino bisnieto del general.
El mandatario, comandante supremo de las Fuerzas Armadas, no hizo uso de la palabra; después de encabezar los honores patrios entregó la ‘bandera de los caídos’ a Raúl Gómez Ángeles, sobrino bisnieto del general, quien - en entrevista- se mostró complacido por el homenaje y de que el nuevo aeropuerto, en la actual base militar de Santa Lucía, llevará el nombre de su ancestro.
Desde el patio principal del Castillo de Chapultepec, y frente a cadetes de las fuerzas armadas, el general brigadier Álvarez destacó el legado virtuoso de Ángeles y lo ubicó como digno ejemplo para el actuar del soldado mexicano.
Destacó que durante la Revolución, el General Ángeles se distinguió por emplear métodos conciliadores y por “evitar excesos”.
En todas las acciones en las que participó - dijo- se distinguió por actitud pacificadora, de diálogo y conciliación.
“Abrazó los principios de la democracia; actuó siempre con honestidad. Fiel a sus convicciones mostró marcado patriotismo y lealtad. El 26 de noviembre de 1919 entregó la vida en aras de un mejor país”, resaltó.
A la ceremonia asistieron integrantes del gabinete de seguridad, del Poder Legislativo, y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, entre otros invitados especiales a la ceremonia.
El militar hizo una analogía entre la posición del general Ángeles y de la institución castrense en la actualidad.
“Así como el general Ángeles compartía la visión democrática del Presidente Madero, nosotros respetamos la democracia y el orden constitucional.
“Así como el general Ángeles tenía como principio el respeto a la vida, nosotros respetamos los derechos humanos de las personas.
“Así como el general Ángeles respetaba y defendía las institucionales legalmente constituidas, continuamos respetando y defendiéndolas quienes servimos a las fuerzas armadas.
“Así como el general Ángeles tenía profundo amor por México, los tenemos quienes actualmente portamos el uniforme militar.
“Así como el general Ángeles era leal a la institución presidencial, que en su momento representó don Francisco I. Madero, en la actualidad los soldados de México seguimos siendo leales “, expuso.
Después de la intervención del director del Colegio Militar, tomó la palabra Beatriz Gutiérrez, esposa del jefe del Ejecutivo, para hacer un recuento de la vida y muerte del general Ángeles, a quien mencionó como “incondicional de Madero”; con él y con Pino Suárez pasó la última noche en vida de los dos titulares del Ejecutivo.
Señaló que Felipe Ángeles fue sentenciado a muerte por un consejo de guerra extraordinario reunido en Chihuahua, el 25 de noviembre de 1919.
Este tribunal lo declaró culpable por el delito de rebelión y deserción ante el enemigo.
Ángeles, entonces, tenía 50 años de edad. Fue fusilado.
“No sirvieron las gestiones de sus antiguos amigos ni de Sara Pérez, la viuda de Francisco I. Madero, a quien permaneció devoto y fiel aún después de la Decena Trágica “, señaló.
Había vuelto a México para pedirle a Francisco Villa magnanimidad en el trato a los prisioneros, relató.
Según los periódicos del 27 de noviembre, Ángeles mostró serenidad y entereza en el momento de su ejecución.
“Él mismo decidió en qué lugar recibiría el tiro y arregló con los oficiales la forma en que iba a perecer; no quiso que le vendaran los ojos. La muerte fue instantánea. El General se desplomó “, enfatizó Gutiérrez.