Su captura, realizada en la colonia Cascos de Santo Tomás en la Ciudad de México, en las inmediaciones del Politécnico Nacional, mientras comía una torta, se dio tras una investigación por el presunto asesinato de tres mujeres.
Estado de México, 8 de diciembre (AFondoEdomex).– Aunque estuvo prófugo, Óscar siempre lucía aseado y perfumado, mantenía su voz aguda afeminada, pero imponía su físico. Este presunto asesino serial habría comenzado su carrera criminal cuando aún era menor de edad, con el homicidio de su padre.
Obsesivo y enamorado, a lo largo de poco más de una década dejó al menos seis cadáveres que aún la Fiscalía trata de reconstruir. Él narra que ha matado a dos hombres, además, cuatro mujeres desde 2006.
El historial de Óscar pasó desaparecido durante casi 12 años, según ha confesado el propio hombre de 28 años de edad, que dice amar a sus tres perros y una gata, piezas claves para su arresto. El sujeto habría asesinado a su papá.
Su captura, realizada en la colonia Cascos de Santo Tomás en la Ciudad de México, en las inmediaciones del Politécnico Nacional, mientras comía una torta, se dio tras una investigación por el presunto asesinato de tres mujeres .
El estudiante de Psicología en la Universidad Tecnológica de México (UNITEC) que logró escabullirse de las autoridades por unas cinco semanas, advierte “le fascinó matar”. De acuerdo con el hombre, vive sin remordimientos por lo que hizo y lo disfrutaba desde que empezó.
El detenido que ahora se encuentra en el penal de Santiaguito, en el municipio mexiquense de Almoloya de Juárez, confesó los homicidios que supuestamente cometió en el Valle de Toluca.
“Nunca supieron que fui yo”, alardeaba.
LA HISTORIA
El caso de Óscar se dio a conocer luego de presuntamente haber matado y convivido con los cuerpos de sus víctimas al interior de su casa en Villas Santín.
Sin embargo, antes pudo haber acabado con la vida de su progenitor cuando sólo tenía 16 años de edad. Según los relatos al que este medio a tenido acceso, narraba que la sociedad es un asco, mientras enaltecía su inteligencia.
En su confesión describe cómo habría asesinado a Tomás, papá de una de las mujeres que mató. Recuerda el hombre que aprendió la técnica israelí de Krav Maga para cometer sus ilícitos, ya que a casi todas las habría estrangulado.
Era lunes 10 de septiembre de 2012, cuando salió de su casa para buscar a una chica que conoció en la preparatoria ubicada en Otzolotepec. Al llegar a la vivienda de Mónica, supuestamente la amenazó con un cuchillo, pero logró escapar.
Ese día decidió ingresar a la vivienda. A su pasó, se encontró con el padre de la joven, a quien atacó con el puñal que llevaba, luego halló un hacha y terminó por cometer el crimen. El presunto criminal habría desayunado en el lugar con el cadáver.
Mientras aguardaba por la chica, recorrió cada rincón del inmueble. Tomó un vaso de café hasta que la mujer regresó de trabajar para someterla, después la secuestró y tuvo cautiva por más de dos semanas en Villas Santín, según su testimonio.
Cuenta que la mató a golpes dos días antes de su cumpleaños, metió su cuerpo en unas cajas y envolvió, lo traslado en un taxi a la colonia El Mirador en Huixquiluca, donde arrojó a una barranca frente a una gasolinera.
Presume que nadie sospechaba que él cometió esos homicidios. Mientras se escondía de la justicia, pedía que sus canes Gronda, Petra y Demona, así como su minino Paz no fueran maltratados y comieran.
Por un tiempo, vivió de lo que su madre le daba, además, le gustaba ahorrar tanto que le sirvió para esconderse por más de un mes. En el Fraccionamiento Santín, lo miraban a diario pero con pocos tenía una conversación.
Jessica Guadalupe habría sido su última víctima. Escapó antes de un cateo en ese domicilio, ubicado en la calle Ponciano Díaz. Ahí encontraron también a Adriana y Martha Patricia.
Óscar asegura que cometió el asesinato sólo un día después de mantener cautiva a la joven, además, describe que los otros cuerpos los sepultó en el patio trasero, justo abajo de las casas de sus mascotas.