El costo financiero representa el 11% del gasto federal
CIUDAD DE MEXICO, 3 de marzo (La Política Online).- Para el 2018, la deuda bruta del país ascendió a más de 11 billones de pesos, es decir, el 46.8% del PIB, y el costo financiero de ésta representa el 11% del gasto federal, lo que pone en alerta a los especialistas sobre las opciones que tendrá el Gobierno para su abatimiento. El problema vuelve a traer el debate sobre el uso de las reservas federales e incluso, de las Afores.
Y es que algunos economistas plantean que para refinanciar la deuda se podrían utilizar con tasas preferentes a los fondos de pensiones. Otra propuesta que surge es que se abata la deuda en valores a corto plazo en poder de extranjeros a un monto no superior (por ejemplo) al 50% de las reservas internacionales.
Estas propuestas generan controversia en el mercado. En diálogo con La Política Online, el doctor Ernesto Bravo Martínez, economista de la UNAM, la idea de usar los fondos de pensiones es posible, pero con sus reservas.
En un primero momento puedo ser se bueno, pero no comprometiendo la totalidad de los recursos. Estar hablando máxima de una tercera parte de ellos”, recomendó el experto, al ser fondos de las personas que en su momento van a disponer de ellos. “No se pueden invertir de manera irresponsable. Obviamente los títulos gubernamentales son los más seguros, pero aun así hay que tener un poquito de preocupación”, precisó.
En cuanto a abatir la deuda de corto plazo utilizando recursos por parte de las reservas internacionales, para el analista sería lo recomendable, incluso explica que es una petición que hacen algunos economistas.
El académico de la UNAM explica que “muchos países usan al menos al menos un tercer aparte de estos recursos para este fin, incluso para financiar proyectos productivos de inversión. Aquí perfectamente se podría hacer algo con eso”. Pero reconoce que eso dependería del Banco de México, como órgano autónomo. “Tendría que haber una labor de convencimiento y normalmente no es de su agrado este tipo de políticas. Son más conservadores”.
El uso de las reservas causó gran controversia cuando el pasado octubre se ponía sobre la mesa una propuesta desde el Congreso -impulsada por el PT- que apuntaba por el uso de estas reservas en inversión productiva. El mismo Banxico rechazó la propuesta y la consideró un atentado contra su autonomía.
En esta línea, el experto también recuerda el recurso de los remanentes que otorga el Banxico y que en el 2017 alcanzó un nivel más alto de lo esperado, lo que permitió que en ese momento, las autoridades hacendarias encabezadas por José Antonio González Anaya, lograran sus metas fiscales.
“Eso podría replicarse, quizá no éste, pero sí el año próximo, lo que dependerá de cómo se comporte el tipo de cambio”, consideró el analista, recordando que Hacienda está obligada a destinar una parte de éstas al pago de la deuda.
Sin embargo, para Ricardo Cantú, director del CIEP, ambas propuestas son inviables pues van en contra de la naturaleza misma de ambos conceptos. “En el caso de las Afores, el Gobierno no debe tocar los recursos destinados para las pensiones, para otro fin que no sea ese, en cuanto que en términos de las reservas, están diseñadas para enfrentar shocks externos de política comercial, tipo cambiario”, explica.
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En medio de estas visiones que se contraponen, los dos coinciden en que, más allá de estas propuestas, urge una reforma hacendaria para hacer frente al tema de la deuda.
“Existen todavía reformas pendientes como recaudación, de cuánto más se puede recaudar. Pero también para el gasto, que se analice bien cómo se gasta y qué tan eficiente es. Lo principal es entender que se tiene que ir por un balance presupuestario si no se logra, seguiremos endeudándonos cada vez más”, consideró Cantú.