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México

Exigen a autoridades de Minatitlán que dejen de criminalizar a las víctimas

MINATITLAN, Veracruz, 23 de abril (Sayda Chiñas Córdova, corresponsal de POR ESTO!).- La familia de Alfredo Megniout Careta, asesinado el pasado viernes 19 de abril junto con otras 12 personas, denunciaron que la reunión realizada en el salón La Potra era una fiesta familiar normal y desestiman que se trate de un ajuste de cuentas; además denunciaron que las autoridades y los cuerpos de emergencia tardaron mucho en responder y trataron mal a los deudos.

La señora Araceli Caretas, madre del Alfredo Megniout Careta, encabezó la Marcha por la Paz y la Justicia en Minatitlán llevando la fotografía de su hijo, con el fin de exigir que se frenen los asesinatos en esa localidad petrolera.

“Ni uno más, por favor ayúdenme a pedirlo”, gritaba en el improvisado templete que se instaló a los pies del Monumento a Lázaro Cárdenas.

Molesta y dolida por el asesinato de su hijo, dio la cara por él y exigió a las autoridades que se deje de criminalizar a las víctimas, ligándolos a los grupos delictivos o asociándolos a actividades fuera de la ley.

“No es cierto señores, era una fiesta familiar, todos ustedes tienen fiestas algún fin de semana, no es posible que lleguen a tu casa y maten a toda su familia”, agregó.

Pidió a la población no tener miedo y exigir a las autoridades que realicen su trabajo para evitar más víctimas por la inseguridad que se vive en la región sur.

“Ya no vamos a andar viendo los colores, vamos a unirnos todos, ni uno más, no más muertos inocentes. ¡Basta ya! Minatitlán necesita levantarse, Minatitlán tiene miedo”.

Alfredo Megniout Careta era un joven psicólogo de 30 años de edad; apenas hace 15 días acababa de ser padre de un varón.

Dos días antes de la masacre, se encontró con varios compañeros de la escuela y lo invitaron a la fiesta de doña Fulvia Salinas Jiménez; ese Viernes Santos se alistó para ir sólo a saludar y llegó a las fiesta a las 20:00 horas, media hora después ya estaba muerto.

“Mi hijo tenía 30 años, mi hijo llegó a las ocho de la noche y a las 8 y media ya lo habían matado, basta ya, vamos a levantar la voz, hemos votado por un cambio, pero justo”.

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