La desaceleración económica en México y los recortes de personal en los sectores público y privado hicieron repuntar la desocupación y la baja calidad de los trabajos que se generan en el país, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Durante el primer trimestre del presente año, 10.3 millones de personas se encontraban en condiciones críticas de ocupación, lo que representa 19% de la población empleada en el país, la tasa y el monto más alto del que se tengan registro. De ese total, 3.5 millones son mujeres y 6.7 millones son hombres.
La tasa de condiciones críticas de ocupación incluye a las personas que se encuentran trabajando menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, más la gente que labora más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que se emplean más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos.
Las entidades del país con los mayores niveles de condiciones críticas de ocupación fueron: Chiapas, con una tasa de 41.82% del personal empleado en el estado; Oaxaca, 28.05%; Tlaxcala, 26.68%; Veracruz, 26.05%; Guerrero, 25.55%; Baja California, 25.44%; Tamaulipas, 24.89%, y Campeche, con 24.54%. Al cierre de marzo pasado, los trabajadores que ganaban de uno a dos salarios mínimos (6 mil 160 pesos al mes) sumaron 27.8 millones de empleados, cifra 16.3% superior a la registrada en el mismo periodo del año anterior, representando más de la mitad (51.3%) de la población total ocupada en el país.
Por el contrario, las personas que perciben altos sueldos arriba de tres y más de cinco salarios mínimos cayeron 30.2% a tasa anual, para sumar 6.3 millones de empleados, los cuales constituyen 11.6% del total. La generación de puestos de trabajo con bajos salarios e insuficientes horas laborales está vinculado con la desaceleración económica, la cual está limitando la posibilidad de encontrar empleos bien remunerados, explicó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic).
“Lo que se ha generado de empleo en el primer trimestre del año ha estado vinculado con el comercio y restaurantes, es decir, mucho trabajo en el sector servicios, pero que no paga bien. Algunos trabajadores viven de propinas porque sus salarios son bajos o temporales, o incluso son contratados sólo por algunos días”, agregó el especialista. Repunta desempleo.
La población desocupada en México ascendió a un millón 886 mil personas durante los primeros tres meses de 2019. Con datos ajustados por estacionalidad, la tasa de desocupación fue de 3.46% de la Población Económicamente Activa (PEA), la más alta de los últimos dos años.
“Esto se debe a que ha habido varios recortes en diferentes dependencias gubernamentales, adicionales a los ajustes en el sector privado en ciertas áreas, lo que ha permitido que la tasa de desocupación vaya en aumento, y que esto afecte a ciertos indicadores laborales, como la tasa de condiciones críticas de ocupación”, comentó Héctor Magaña, profesor e investigador del Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México.
Las entidades que durante los primeros tres meses del año observaron las tasas de desocupación más altas fueron: Tabasco, con 7.4%; Ciudad de México, 5.1%; Durango, 4.6%; Sonora, 4.5%; Estado de México, 4.4%; Coahuila, 4.2%; Sonora, 4.2%, y Nayarit, 4.1% de la PEA, con base en cifras ajustadas por estacionalidad.
Informalidad no cede. La población ocupada informal llegó a 30.8 millones de personas, cifra 2.7% superior a la reportada en el mismo periodo de 2018. Con cifras desestacionalizadas, la tasa de informalidad laboral se ubicó en 56.9% de la población ocupada, cifra 0.3 puntos porcentuales mayor en el primer trimestre del año en curso con relación al trimestre inmediato anterior. En opinión de José Luis de la Cruz, la desaceleración económica está provocando que la desocupación aumente y que el empleo que se genera sea en condiciones de bajos salarios, con jornadas laborales cortas, y esto le resta el nivel de bienestar que deben tener los mexicanos. (El Universal)