HOUSTON, EE. UU., 19 de julio (AP).- El Gobierno estadounidense anunció el viernes que ampliará una medida que obliga a los solicitantes de asilo a permanecer fuera del país, para incluir una de las ciudades más peligrosas de México, donde ya hay miles de personas acampando, algunas desde hace meses.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) dijo que aplicará sus “protocolos de protección de migrantes” en Brownsville, Texas, limítrofe con Matamoros, México.
El DHS dijo que prevé que empezará a enviar solicitantes de asilo de vuelta a esa parte de México a partir del viernes.
De acuerdo con los protocolos, los solicitantes de asilo reciben una orden para presentarse en determinada fecha a una audiencia ante un tribunal de inmigración para luego regresar a México. Desde enero, esa norma se aplica en San Diego, California, y El Paso, Texas, entre otras ciudades de la frontera. Por lo menos 18,000 migrantes han sido enviados de regreso a México bajo esa política, según el Instituto Nacional de Migración de México.
Estados Unidos trata de reducir el gran flujo de migrantes centroamericanos que atraviesa México para pedir asilo. El corredor más transitado para los cruces no autorizados de la frontera es la zona llamada Valle del Río Grande, en Texas, donde se encuentra Brownsville. La norma ampliada no incluye hasta el momento otras ciudades de la zona.
El anuncio de la medida se efectuó mientras grupos de legisladores visitaban la región el viernes para examinar las instalaciones de detención operadas por la Patrulla Fronteriza, incluyendo el centro de procesamiento en McAllen, Texas, donde cientos de adultos y niños están detenidos en corrales enrejados.
Afuera del centro de procesamiento, el senador Jeff Merkley criticó el estado de las instalaciones, así como otros programas del gobierno del presidente Donald Trump que reprimen a los solicitantes de asilo.
“Queremos que sean tratados con dignidad y respeto, de la misma forma en que nos gustaría que trataran a nuestros familiares”, afirmó Merkley.
La representante demócrata Nanette Barragán tuiteó que, cuando visitó el centro de procesamiento, se encontró a una niña de 13 años que es ciudadana estadounidense y traía su pasaporte consigo. La niña fue detenida junto con su madre a pesar de que las instalaciones están diseñadas para inmigrantes que se encuentran en Estados Unidos sin permiso legal, no para ciudadanos estadounidenses, señaló Barragán.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza no respondió a las solicitudes de comentarios acerca del caso de la niña. Una portavoz de Barragán dijo que su oficina fue notificada que la niña fue puesta en libertad unas horas después, pero se desconoce cuál es el estatus de su madre.
El DHS dijo que se coordinó con el gobierno mexicano para la ampliación de la política de permanencia de solicitantes de asilo en México.