El Presidente criticó de nueva cuenta al Coneval y en Twitter compartió un “informe” sobre la situación de la dependencia, el presupuesto y su personal.
“El Secretario Ejecutivo lleva casi 13 años en su puesto. Tres de los seis investigadores académicos están en el Consejo Directivo desde el 2006; los otros tres están desde el 2010, cuando deberían durar únicamente cuatro años”, planteó.
Ciudad de México, 26 de julio (SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador criticó de nueva cuenta al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). A través de su cuenta de Twitter compartió un “informe” sobre la situación de la dependencia, el presupuesto y su personal.
“No les gusta a nuestros adversarios la austeridad republicana se les olvida que Juárez decía: […] ‘No pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes. No pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les señala’”, escribió.
Los datos que compartió el Presidente buscan sustentar la crítica que realizó al Coneval esta semana, luego de que la Secretaría del Bienestar separara de la Secretaría Ejecutiva del Consejo a Gonzalo Hernández Licona.
“El Secretario Ejecutivo lleva casi 13 años en su puesto. Tres de los seis investigadores académicos están en el Consejo Directivo desde el 2006; los otros tres están desde el 2010, cuando deberían durar únicamente cuatro años”.
La ficha agrega que entre 2013 y 2018 el número de plazas se multiplicó al pasar de 107 a 2012 y que aunque en la estructura orgánica del Coneval se contemplan solo cuatro direcciones generales, se encontraron 16 puestos con ese nivel.
Sobre la revisión presupuestal, los datos compartidos por el Presidente muestran que de 2013 a 2018, el gasto en productos alimenticios para el personal de esa dependencia se triplicaron, al pasar de 238 mil 151 pesos a 668 mil 303 pesos.
El arrendamiento de vehículos pasó de 174 mil 679 pesos en 2013 a 954 mil 772 pesos en 2018, lo que sería cinco veces lo inicial; sobre el arrendamiento de edificios, el monto pasó de 236 mil pesos al inicio de la administración de Enrique Peña Nieto a 80 millones en 2018 por la renta de un edificio nuevo, cuando según el Gobierno federal, Coneval tiene uno propio.
Esa renta del edificio ubicado en Avenida Insurgentes a significado en 2019 39.8 millones de pesos, 6.6 millones por mes.
“En 2018, la dependencia que se encarga de medir la pobreza y evaluar la política social gastó 20 millones de pesos más en el arrendamiento de oficinas que en la realización de estudios e investigaciones. El gasto en arrendamiento de inmuebles fue de 79 millones 720 mil 468 pesos, mientras que el gasto en estudios e investigaciones fue de 59 millones 910 mil 939 pesos”.
La polémica entre el Gobierno federal y el Coneval inició hace un par de semanas, luego de que Hernández Licona denunciara que con el recorte que Bienestar le propuso se pondría en riesgo el 69 por ciento de la operación del Consejo y fue insistente en que no se oponían a la austeridad.
En una entrevista publicada el día de hoy en SinEmbargo, dijo que percibe un desconocimiento de lo que es la medición de la pobreza cuando debe haber claridad de “quién hace qué”.
En la conferencia matutina del jueves, el Presidente dijo que no descartaba la desaparición del Coneval: “no lo descartamos porque la verdad, abusaron con la creación de todos estos organismos. Crearon aparatos burocráticos sin beneficio. Llenaron de oficinas, de instituciones supuestamente autónomas, se puso de moda todo eso y existen instituciones”.
También consideró dar las tareas al Inegi: “¿por qué el Inegi no hace esa función? Más de 200 trabajadores y los de arriba bien servidos. Sueldos de 200 o hasta 300 mil pesos mensuales. ¿Para qué se optó por eso? Para simular”, afirmó e insistió en que el Coneval no funcionó en el periodo de mayor pobreza en México.
Hernández Licona reveló que en la negociación para aligerar el recorte, la Secretaría del Bienestar le pidió los nombres de los pobres que el Coneval mide:
“El Coneval nunca ha tenido los nombres de ningún beneficiario, no se necesitan los nombres para estimar la dimensión de pobreza. El trabajo de Coneval es tanto análisis estadístico con encuestas a hogares, como el trabajo de campo con la población al mismo tiempo. Eso nunca implica tener los nombres ni los beneficiarios. Ni el Ingei lo tiene. Pero bueno, son cosas que uno va a prendiendo con el tiempo”. “Cuando me pidieron eso yo expliqué que esa no era la función del Coneval. Entiendo que los nombres son importantes para repartir recursos, pero tienen que encontrarse de otra manera, una es por el censo del bienestar, pero ni el Coneval ni el Inegi tienen esos nombres jamás”, agregó.
Sobre lo dicho por el Presidente de entregar las tareas de Coneval a Inegi, el doctor consideró que no es una buena idea porque desde Coneval se genera información “diferente, complementaria y las funciones son distintas. No, no es una buena idea”.
Por Daniela Barragán