“Discúlpame, acabo de matar a tu hija”, dijo Elvira a la madre de Teresita. Continúa prófuga y es la principal sospechosa del crimen.
México (SDP noticias).- Con gran dolor e indignación, vecinos de Santiaguito Coaxustenco, en Tenango del Valle, Estado de México, se enteraron del mensaje con el que la abuela de Teresita habría informado sobre la muerte de la niña: “Discúlpame, acabo de matar a tu hija ”.
El pasado domingo 28 de julio, la señora Elvira asesinó a la niña de 10 años edad. Pero los maltratos y abusos habrían comenzado antes, acusaron habitantes.
Un familiar de la menor de edad contó a Reforma que aproximadamente desde los dos años de edad Teresita vivía con su abuela materna Elvira “N”, pues no se la quería dar a la madre de la menor.
Los vecinos reportan que el cuerpo de la niña era cubierto con frecuencia para que nadie viera los moretones y golpes que le propinaba su abuela. Dicen que a pesar de denunciar a la abuela ante el DIF, nada se hizo al respecto.
Los familiares de la menor de edad contaron al mencionado rotativo que fue la misma abuela la que mandó un mensaje por celular a la madre de la niña en la que advertía.
"Discúlpame acabo de matar a tu hija".
Posteriormente, se habría dado a la fuga en compañía de su hija de nueve años de edad.
Fue la madre de Teresita y su pareja quienes llamaron a las autoridades, pues al llegar al domicilio hallaron sin vida a la niña y envuelto en una cobija. Por los hechos, se abrió una carpeta de investigación en contra de Elvira “N”, quien tiene entre 38 y 40 años de edad.
La menor de edad fue sepultada acompañada de vecinos, quienes demandaron justicia .
“Todos nos sentimos culpables de alguna manera"
Una habitante del lugar expresó que, alguna manera, todos se sienten culpables de la muerte de la menor de 10 años de edad, pues no supieron cómo ganarse la confianza de Teresita para evitar que el maltrato continuará en ascenso.
Unas 300 personas acudieron al funeral de Teresita. La misa de cuerpo presente se ofició en la iglesia de Santiaguito Coaxustenco.
Con pétalos de rosas adornaron el templo, así como el camino hacia el panteón, en tanto que una banda de viento sonorizó el recorrido. La caja blanca fue cargada por vecinos de la niña, quienes entre llanto y lamentos la despidieron.