CIUDAD DE MÉXICO, 11 de agosto (sin embargo/EL UNIVERSAL).– El Gobierno federal logró subastar la tarde de este domingo la casa decomisada a Zhenli Ye Gon, empresario de origen chino, en 102 millones de pesos, los cuales serían destinados para becar a los 544 atletas que participaron en los Juegos Panamericanos, celebrados en Lima, Perú.
Poco antes de las 13:10 horas, se declaró concretada la venta del inmueble al interesado de la paleta número 43, luego de que los participantes ofrecieran diversos montos en menos de cinco minutos para conseguir la propiedad.
Durante el evento, realizado en el Complejo Cultural Los Pinos, el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) inició la subasta de la mansión, identificada como el lote número 18, con un precio de salida de 95 millones 483 mil 511 pesos.
Por ello, los posibles compradores comenzaron a levantar sus paletas para lanzar diferentes ofertas, las cuales fueron aumentando de forma gradual. Primero se ofrecieron 96 millones, luego 97, más tarde 101.
Lo último que se pidió fueron 102 millones 250 mil pesos, sin embargo, como ningún interesado decidió adquirir la mansión por esa cantidad, se inició con el conteo de la subasta y se declaró vendida a la paleta 43.
De los 25 lotes que conformaron la subasta de este domingo en el Complejo Cultural de Los Pinos, el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) logró vender cinco, con los que recaudó 125.8 millones de pesos aproximadamente.
Entre ellos está la casa del empresario chino-mexicano Zhenli Ye Gon, cuya venta causó expectativa entre los asistentes pues de las 33 personas que adquirieron las bases para participar, aproximadamente siete se registraron sólo para comprar la casa.
Aunque la identidad del comprador final de la residencia de las Lomas permaneció confidencial porque participó vía telefónica en la subasta, la de su principal contrincante en la puja sí se pudo conocer.
Se trató de Alfonso Aguilar, quien llegó a ofrecer hasta 100 millones de pesos por el inmueble que finalmente fue vendido en 102 millones al comprador anónimo.
En entrevista, Aguilar indicó que su interés por la casa era destinarla a alguna de las fundaciones en las que participa, sin embargo, no quiso especificar qué fundaciones son y tampoco a qué se dedica él.