Bajo el sistema de policía comunitaria, los civiles armados buscan brindar seguridad, pero también ejercer justicia en sus comunidades
En México hay al menos 50 grupos de autodefensas o policías comunitarios visibles que operan en municipios de Guerrero, Michoacán, Veracruz, Morelos, Tamaulipas y Tabasco. Se formaron en los últimos seis años, presuntamente para hacer frente a la delincuencia, y no todas se identifican con un nombre. Del total, sólo 10, que operan en Morelos (seis), Michoacán (tres) y Tabasco (uno) se han institucionalizado.
La primera guardia comunitaria surgió el 24 de febrero de 2013 en La Ruana, municipio de Michoacán, donde los civiles armados, liderados por Hipólito Mora, un ganadero y agricultor de la zona, se organizaron para defender su territorio del Cártel de Los Caballeros Templarios. Con el tiempo llegaron a ser 32 grupos armados; sin embargo, de éstos ya sólo quedan tres en los municipios de Coahuayana, Chinicuila y en la comunidad indígena de Ostula.
Los demás se convirtieron en policías municipales, se diluyeron o se fueron a las filas del crimen organizado. A la fecha, es Guerrero el estado con más civiles armados: 23 grupos de autodefensas que operan en 70% del territorio, de acuerdo a un informe de la Coordinación Estatal para la Reconstrucción y la Paz. Muchos de estos grupos mantienen confrontaciones entre ellos por el control de los territorios; otros están señalados por las autoridades de estar infiltrados por organizaciones criminales o de ser fachadas de criminales.
En Guerrero, el surgimiento de grupos de autodefensas se desató la madrugada del 5 de enero de 2014 en Ayutla y Tecuanapa, municipios de la Costa Chica, cuando cientos de pobladores esbozados, con armas de bajo calibre y machetes en mano montaron guardias sobre la carretera federal para, según dijeron, detener a los criminales más buscados de la región.
Al grupo lo llamaron Policía Ciudadana de la Unión de los Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG). Actualmente operan en 25 municipios, y de esta organización han salido otros grupos como el Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), con el que mantienen una confrontación por el corredor que comienza en Chilpancingo, pasa por Tierra Colorada y termina en Acapulco.
En un mapa de riesgo que elaboró el gobierno de Guerrero considera a 20 municipios como de alto riesgo por los índices de violencia; en la mayoría de ellos detecta presencia de grupos de autodefensas, entre éstos, Acapulco, Chilapa, Zihuatanejo y Chilpancingo.
En Guerrero, el único grupo de civiles armados reconocido por las autoridades y que no entra en el grupo de 23 antes señalados, es la Policía Comunitaria de la CRAC que se fundó hace casi 24 años en el municipio de San Luis Acatlán, en la Costa Chica.
Hay dos cosas que hacen diferentes a la policía comunitaria y a los grupos de autodefensas: la primera, son legales, están reconocidos en la ley local 701, donde se otorga a los pueblos originarios el derecho de establecer sus propio sistema de seguridad y justicia.
Y la segunda, la forma en que operan: la policía comunitaria elige a sus miembros en asambleas públicas, 11 agentes y el comandante por pueblo y no pueden salir de su comunidad. Además el sistema de la policía comunitaria no sólo da seguridad, sino también ejerce justicia.
Se unieron al gobierno. En Morelos hay al menos seis policías comunitarias, que operan en el norte del estado, pero a diferencia del sexenio pasado (2012-2018), ahora acordaron trabajar en coordinación con la Comisión Estatal de Seguridad, la Fiscalía General del Estado y la 24 Zona Militar.
Por ejemplo, en Nepopualco, poblado de Totolapan, los comuneros que durante varios meses de 2018 instalaron retenes de vigilancia en puntos estratégicos acordaron con mandos castrenses trabajar en coordinación, pero para ello serán capacitados y posiblemente puedan portar armas.
Otros grupos comunitarios con presencia en los municipios de Zacualpan de Amilpas, Tetela del Volcán, Tlalnepantla, Totolapan, Tlayacapan y Atlatlahucan también se reunieron con autoridades estatales y se comprometieron a trabajar en coordinación. En Tabasco, el 18 de abril de 2018, luego del secuestro y asesinato de dos niños en el Plan Chontalpa, habitantes del poblado C-31 del municipio de Huimanguillo crearon un grupo de vigilancia y montaron retenes; sin embargo, los retiraron luego de un diálogo con el entonces secretario de Seguridad Pública, Jorge Alberto Aguirre, quien prometió mayor vigilancia. Sin reconocimiento.
En siete municipios de Veracruz existen grupos de autodefensas, pero el gobierno no quiere reconocerlo, aseguró el líder del Frente Nacional de Autodefensas, José Manuel Mireles Valverde. En su visita al estado, recordó que desde 2014 Veracruz ya tenía dos autodefensas. “Cuando fundé el Frente Nacional de Autodefensas con 20 estados, Veracruz tenía uno grupo rural y uno urbano.
El gobernador dijo que no hay delincuencia en Veracruz y que por eso no existían las autodefensas y al tercer día le dejaron 49 cadáveres en una glorieta, al quinto día le dejaron 12 cadáveres abajo de un puente”.
Tamaulipas también tiene civiles armados que se agruparon el 17 de junio de 2016 con el nombre de Columna Cívica Pedro José Méndez. Tiene su sede en el municipio de Hidalgo y presencia en otras tres alcaldías.
(El Universal)
***Con información de Arturo de Dios